miércoles, 31 de diciembre de 2008

Abundancia Loca II

La Abundancia de este mundo es loca, no tiene proporciones, siempre han existido más recursos de los necesarios, igual como una madre alimenta a sus hijos. Entonces ¿Por qué hay gente en este mundo que le falta para comer?, ¿Por qué en paises pobres hay desnutrición y muerte?, Para mí hay dos razones básicas... vamos por la primera de ellas: La Ignorancia.

La ignorancia del hombre moderno es arrogante. A fines de los 90s una noticia insospechada golpea a Sudamérica. Argentina, uno de los países más ricos del mundo, se encontraba en la mayor de las crisis alimentarias, por primera vez en su historia mueren niños de entre 4 a 10 años producto de la desnutrición, en especial en las Provincias de Tucumán y Jujuy. Claro está que a la Argentina nunca le han faltado alimentos… entonces, ¿Cuál se la razón?. En medio de las críticas por la lenta reacción del gobierno de turno, un botánico sale a la prensa para hacer un llamado loco y desesperado: “Salgan fuera de sus casas a comer las plantas y pastos del jardín, como si fuera una ensalada, alíñenla y cómansela”. Obviamente el llamado no tuvo eco, pero no tenía nada de loco. Los pastos que están ahí afuera en su mayoría son gramíneas ricas en proteína, cuya carencia es la causa principal de la desnutrición. Sin ir más lejos se sabe que existen más de 20.000 plantas que el hombre ha consumido en algún momento de su história, hoy se usan sólo 200, y sólo 5 de ellas representan el 80% de la actividad agrícola. Esto quiere decir que olvidamos nuestras fuentes de alimentos y sólo comemos papas, maiz y arroz. En realidad es peor que eso, no sabemos qué tenemos que comer, a menos que vayamos al supermercado: Ignorancia. Si alguien se muere de hambre es por ignorancia, no saber cómo obtener el alimento.
Una de las cosas más tristes son los pueblos originarios que son “urbanizados”, y olvidan sus formas tradicionales de alimentación. Esto ha pasado muchos lados de este planeta, donde las tierras fueron tomadas en la mayoría de los casos, o bien vendidas a nosotros, los hombres blancos. La comunidad originaria cambia sus costumbres…. cambia su ropa, sus tradiciones y su forma de comer…. Es en esas zonas donde se produce el hambruna, como en el centro de África. Algunos podrían decir que se debe a que son países con baja producción... patrañas. O que esto le sucede a personas que viven en desiertos donde no hay recursos... mentira. Hasta en los desiertos más áridos se ha establecido el hombre con abundacia. Como ejemplo puedo mencionar a la comunidad Lican Antay, que vivió siglos en el desierto de Atacama, el más seco del mundo. Me gustaría citar estas palabras de una trotamundos Española: “La gente que vive en los poblados del desierto de Sudán me hicieron reflexionar muchísimo sobre las verdaderas necesidades de las personas. Estos poblados se encuentran en medio de la nada, lo único que tienen a la vista es el desierto puro y duro, y aún así, la población es totalmente capaz de sobrevivir… …Cuando llegué, lo único que pensaba es en cómo pueden sobrevivir estando en medio de la nada y no teniendo cerca ninguna zona habitada, pero cuando lo ves, te das cuenta de que para sobrevivir, en el sentido estricto de la palabra, no son necesarias muchas cosas". Hasta en el "peor" de los climas y lugares se puede vivir con abundancia en esta tierra. A menos que olvidez el conocimiento que te permite obtener los recursos. Tomar las costumbres de otra cultura y olvidar la propia es echar a la basura cientos de años de evolución y conocimiento traspasados de abuelos a nietos.
Muchos hombre blancos, en particular de confesión católica cometieron grandes errores pensando que hacían el bien. Un ejemplo drástico es lo ocurrido con los Onas en el extremo Sur de esta tierra. Hombres y mujeres que vivían de los frutos del mar y la tierra, a pesar del frío andaban la mayor parte del tiempo desnudos y con extrañas pinturas blancas sobre el cuerpo. A Charles Darwin le llamó mucho la atención el ver sus chozas y las fogatas por primera vez. No podía creer como es que sobrevivían desnudos en el frío recio de la Patagonia: "Los belicosos nómadas onas de elevada estatura (con frecuencia superior a 1,80 m), presentaban una imagen majestuosa con sus largos abrigos de piel de guanaco, armados con sus arcos y flechas". Sin embargo fueron despreciados por los conquistadores y cazados como si fueran una peste: "Son tan despreciables que no se puede creer que vivan en el mismo planeta que el nuestro" dijo el propio Darwin al poco tiempo. La Iglesia Católica trató en parte de enmendar la cacería inhumana contra Yaganes y Onas, les llevó comida, ropa y las enseñanzas de Jesús. Sin embargo, se dieron cuenta del error. El Ona de "majestuosa imagen" parecía indigente al ponerse ropa europea... al poco tiempo medigaba también la comida venida del otro continente... perdió su dignidad... Esta historia se repite mucho, el paso de indígena a indigente catalizada por la pérdida de dignidad.
Hacia 1910 casi se había consumado la exterminación de los fueguinos: quedaban sólo 300 Onas. Hoy no hay ningún abuelito Ona a quién preguntarle por sus costumbres y sabiduría... otra pérdida más para la biodiversidad. La mayoría de los descendientes mestizos de esta raza vive en condiciones de verdadera pobreza.

Esta es una de las dos razones más importantes del hambre en el mundo: La ignoracia. El olvido de la historia, de las raices, el no darse cuenta donde se están posando los pies. La otra razón es una de las enfermedades más grandes de la humanidad.

viernes, 26 de diciembre de 2008

Abundancia Loca

Recuerdo los platos de mamá.... con baranda, fuera lo que fuere siempre los platos que me servía mi mamá o los que me sirve mi suegra son exageradamente abundantes. Eso en la cantidad, ni hablar de lo que lleva dentro, una verdera sinfonía de energía. Nunca son sólo papas y carne. Siempre hay aliños, aceites, salsas y menjunjes varios. Alego siempre por los platos que mi señora le sirve a los niños. Parece que fuera para adolescentes en vez de infantes de 4 y 6 años. De algún modo las madres siempre quieren ver a sus hijos comiendo mucho. Algunos dicen que esa es una de las principales causas de obesidad infantil. Aunque en realidad yo creo que no es la cantidad sino la calidad, las miles de porquerías que acostumbramos a comer a nuestros hijos. Dulces y grasas que no existen mas que en la fábrica donde los preparan, colores y sabores irreales.

Me parece tan raro la cantidad de alimentos que tenemos disponibles y la forma en que se pierden. En la cena de Navidad por ejemplo ¿Cuánta comida se perdió?, el banquete en mi casa fue increíble, todos comimos mucho y muy rico... hasta los perros!!!... pero siempre sobra una cantidad considerable.. siempre sobra... es como la norma. El caso es que las madres siempre entregan comida en abundacia a sus hijos y están preocupadas porque comen poco... ¡¡¡Qué poco come este niñito!!!

Creo que lo mismo le pasa a la Madre Tierra. La abundancia de recursos, la abundancia de comida que tiene el planeta es de locos. ¿Por qué tanto alimento? Tenemos recursos a destajo, el agua brota por todos lados y basta echarle un poco de ese elemento a una planta para que te alimente. El pasto crece por todos lados, los árboles se ponene firmes y dan semillas o frutos a los pocos años. Tengo un damasco en la casa, lo plantamos hace como 3 o 4 años. Se puso a dar frutos como enfermo. Cero aditivo, cero fertilizante, sólo agua. Las ramas parecen racimos de uva, cargadas de frutas que ciertamente no podremos comer todas aunque le convidemos a los amigos. El alimento sobra en la Madre Tierra, sólo basta trabajarla un poco o saber buscar el alimento... en realidad hoy es aún más fácil que eso.... Mira a tu alrededor, ¿con qué facilidad puedes encontar alimento?... ¿a cuantos minutos o segundos estás para comer algo?. ¿Te has puesto a pensar la cantidad de energía que hay en un supermercado? ¿han visto cuanta comida sobra en un restaurant o en un hotel?. Me fijé en mis últimas vacaciones en el buffet del desayuno del hotel, la gente siempre se sirve más de lo que va a comer, y todo lo que sobra se va a la basura... asumiendo que lo que queda en el Buffet se re-utiliza, que en la mayoría de los caso no ocurre. Se pierde mucha, pero mucha comida... nos sobra!!! El hombre primitivo y los animales silvestres no cultivaron la tierra, sólo buscan lo que la tierra produce naturalmente.... que es mucho.... es capaz de sostener a miles de Ñu en la sabana africana, a millones de peces en el océano, a cientos de monos en los bosques... Sin embargo, todos ellos deben luchar para conseguirlo, invertir (apostar) también mucha energía... por eso no existe la obesidad en la vida silvestre. Realmente los recursos, los alimentos parecen ilimitados en una loca y consentidora Madre Tierra, pero ciertamente no lo son, en muchos casos hemos llegado a esos límites, en especial cuando somos irrespetuosos con el lugar donde vivimos. Si la tierra se trabaja bien, en cambio, produce más alimento del necesario. Basta menos de un cuarto de hectárea para alimentar una familia, siempre y cuando se respeten las normas básicas de convivencia con la Tierra, o sea no tirarle básura ni tóxicos e ir cambiando de plantaciones. Asi mismo si lo que no comemos lo volvemos a la tierra (hojas, cáscaras, restos vegetales) se combierte en más tierra fértil para seguir produciendo alimento. Nadie que viva de la tierra debería carecer de alimentos en abundancia. Sin embargo, hay gente que se muere de hambre.... y para mí hay sólo dos razones que explican ésto... adivinas?

lunes, 15 de diciembre de 2008

Medicinas de la Tierra III

Las plantas medicinales son concretas, existen y tienen efectos beneficiosos. Es el regalo del cual escribía. Jesús, un gran maestro, era también una medicina. En los milagros de Jesús, usaba elementos de la naturaleza, como el barro para sanar a un ciego de nacimiento. También imponía las manos, usando la energía propia o la de universo o la de Dios... no lo sé. Lo que si sé es que exite una estrecha realción entre las medicinas y las personas que las ocupan. Yo, por ejemplo ,no sé como alguien se puede sanar de algo a través de aromaterapia, magnetos u otras técnicas en las cuales tengo muchas dudas. Sin embargo, sé que tiene un efecto beneficioso en varias personas. Es decir, yo no podría usar esas medicinas para mí o para otra persona, sin embargo si puedo ocupar otras técnicas y otras medicinas más convencionales con resultados positivos. En otras palabras, puedo reconocer que existe una relación, una dinámica, entre el enfermo, la medicina y la persona que la entrega. Los tratamientos que doy a mis pacientes (animales) pueden ser no muy efectivos cuando los da otro colega y viceversa. En mi caso yo establezco una relación con los pacientes (animales) y sus dueños (si los tienen). Una misma enfermedad puede tener distintos tratamientos dependiendo del ejemplar, los dueños y las condiciones. Del mismo modo tratamientos existosos aplicados por colegas, me pueden ser no muy satisfactorios cuando los uso yo. Esta relación paciente - medicinas - terapéuta es bien especial y dinámica.
Pienso además que hay personas que son medicina en sí, tienen un poco de Jesús. Las personas pueden ser las medicinas y pueden valerse de diversas herramientas para sanar. Para ejemplificar ésto en algo a todos nos toca, puedo mencionar la relación madre/hijo (a). Cuando mis hijos se enferman, en especial cuando era pequeños y tenían fiebre, sus signos y en particular el llanto se aplacaba en los brazos de su madre. De pequeño recuerdo la mano fría de mi mamá cuando volaba en fiebre, me sentía inmediatamente mejor. Hay muchos ejemplos de doctores o terapéutas que más que más conocimiento, tiene "buena mano", un buen instinto, que los ayuda a tener mejores resultados.
No es raro que las personas puedan ser medicinas, después de todo no somos más que hijos de la misma tierra.

domingo, 7 de diciembre de 2008

Las medicinas de la Tierra II

En efecto es curioso que existan medicinas. No tiene lógica en verdad. En un mundo donde todas las especies compiten por sobrevivir, en donde existen reguladores por doquier, hay una mágica solución para las enfermadades de animales y el hombre. Es cómo si existiera una planta que evite la presencia del predador. Una gacela en la sabana africana está permanentemente acechada por sus predadores: Leones, guepardos y leopardos son sus reguladores. Lo mismo que las enfermedades: golpes, parásitos y tuberculosis también la regulan, sin embargo hay medicinas que pueden ayudar en esos casos. Se sabe que muchos animales comen naturalmente medicinas, los guacamayos, por ejemplo, comen un tipo muy especial de barro que los protege de tóxicos, vuelan diariamente varios kilómetros sólo para tomar su medicina. Muchos animales se sumergen en barro para desprenderse de sus parásitos, así como otros comen ciertas plantas cuando tiene dolor abodominal. Muchos lo hacen pero si un animal se caracteriza por tomar medicina desde tiempos remotos es el ser humano, para que decir el hombre moderno, depende tanto de medinas y medicamentos como de los propios alimentos. El consumo desproporcionado de diversos fármacos es otro signo de nuestro desequilibrio.

No tiene sentido que una planta se vuelva medicinal ya que propicia su propio consumo. La planta no sabe que puede ser cultivada por los interesados, por lo que el tener un efecto benéfico en sus consumidores es otra paradoja.

Esto sólo quiere decir que las medicinas son un regalo: Aloe, matico, coca, ruda, pacifora, canela, cardo, endivia, chachacoma, y miles de plantas que curan enfermedades en distintos niveles, la mayoría ni sospecho como son, nunca podría aprenderme todos los nombres, es una lista interminable. Comercialmente casi no exite medicamento que no venga de una planta, o imite un componente de ésta.

Esta enorme opción de medicinas me hace pensar en lo importante de la biodiveridad. En relación a los alimentos, por ejemplo, a las plantas que comemos, la realidad es patética. Se cree que existen unas 2o,000 plantas que el hombre algunas vez ha consumido, de éstas solo se han cultivado 2,000 alguna vez. En la actualidad, hay 5 que representan el 50% del mercado. Esto quiere decir que nos olvidamos de comer la mayoría de las plantas que nos sirven para subsistir, para desarrollar industrialmente la producción de un puñado de ellas. No voy a referirme a la alimentación hoy, aunque es un tremendo tema. Sólo quiero explicitar, que hemos perdido un tremendo potencial en nutrición, eso sin contar con el daño al ecosistema y pérdida del medio ambiente que las van agotando al unísono: Ignorancia y consumismo... mala combinación.

¿Cuantas plantas medicinales se han perdido por causa de la ignoracia?, ¿Cuantos secretos de la tierra se han perdido con conocimientos ansestrales que fueron masacrados por el hombre moderno? Sin duda nos hemos perdido, y estamos perdiendo, de un gran potencial medicinal. Tal vez la cura contra el SIDA, cáncer, hipertensión y depresión pasó por nuestros ojos incrédulos a la forma de una enredadera cuidada por una tribu perdida en la mitad de la nada. Tal vez nuestra vida sería mejor con esas medicinas y con el conocimiento que se tenía de ellas.

Sólo puedo agradecer, como regalo que son, su existencia, su Presencia en nuestras vidas y el Misterio que las puso en nuestro camino.

domingo, 23 de noviembre de 2008

Las medicinas de la Tierra: intro

En un isla muy lejana y misteriosa, frente al África ecuartorial, en Madagasacar, donde viven los animales más extraños, hay una planta, un maleza en verdad: la Vinca de Madagascar (Catharanthus roseus). Esta planta contiene diversos alcaloides, entre ellos la Vincristina, un sustancia que desde hace más de 30 años es el principal tratamiento para la leucemia y diversos tipos de cáncer. Los nativos de la zona la usaron por siglos para curar diversos males como la malaria, diabetes y tumores. Hoy se encuentra industrializada y es usada en todo el mundo para sanar este mal tan caracteristico del hombre moderno: el cáncer.
¿Qué procesos evolutivos explican que esta planta genere estos productos que sana a otros seres?, ¿De qué modo se relaciona esta planta con el ser humanos?... más allá de eso, ¿Qué le importa la planta el ser humano y su salud?. ¿Por qué la madre tierra genera medicinas?.
Muy difícil dar una respuesta satisfactoria. ¿Será sólo coincidencia?, ¿Habrá un motivo que explique la selección natural?, o serán regalos de la naturaleza para sanarnos?

domingo, 16 de noviembre de 2008

Un poco más sobre la Mente y la Sananción

Me gustaría puntualizar que la mente no es mala. Obvio. Lo que pasa es que cuando nos identificamos sólo con el pensamiento, sólo con el ego, caemos en la adicción de creer cómo son las cosas en vez de vivirlas, y lo más curioso es que nuestros mecanismos de estrés se activan de igual forma ante un peligro real o ante un pensamiento. Según Eckart Tolle el ego justifica los pensamientos negativos y se identifica con ellos "por culpa de los demás" o "de las situaciones" que vivimos, una adicción muy frecuente de la cual siempre somos los protagonistas, las víctimas. Si activamos cíclamente las áreas neuroendocrinas (hipotálamo, sistema límbico, hipófisis y glándulas adrenales) con pensamientos negativos, con películas autoinferidas del ego con ira, miedo, resentimiento, envidia, etc. vamos a experimentar cambios fisiológicos y físicos como la ansiedad o la depresión. Nuestro cuerpo responde como si estuviéramos verdaderamente en peligro... tal como una gacela cuando es atrapada por una leona. Estas reacciones periódicas neuroendocrinas nos pueden enfermar... en particular de aquellas enfermedades que caracterizan al hombre moderno.Al contrario, la mente bien usada es muy poderosa, los buenos pensamientos, los buenos propósitos pueden llevar a la realización de sueños, de hechos hermosos. Los pensamientos experesados en palabras pueden crear realidades... Claramente expresado por Flores, Varela y el grandísmo Maturana, neurobiólogos chilenos sobresalientes. Lo único que debemos hacer para que los pensamientos se vuelvan poderosos es saber detectar cuando la mente quiere tomar toda nuestra atención y conocer sus trucos para ello. Identificar cuando nos quiere representar su drama. Si somos capaces de identificarlo, nos damos cuenta que hay más que eso en nuestro Ser, aparece lo que muchos llaman la conciencia. Entonces nuestros pensamientos se vuelven poderosos, se concilian con el tiempo presente y se convierten en una especie de rezo que invoca una realidad mejor.... al mismo tiempo esos pensamientos poderosos se transforman en una medicina para nuestro cuerpo.

viernes, 14 de noviembre de 2008

Sobre la Sanación

Hay varias alternativas para explicar el caso del erizo, desde distintos ámbitos. Todo tiene un explicación lógica. Voy a proponer sólo tres:
1.- El cambio de ambiente y de productos farmacéuticos permitió controlar las bacterias que estaban afectando la piel del erizo. Si bien esta alternativa es frecuente, es la menos probable en este caso. El tratamiento farmacológico que le hice al final distaba de ser agresivo o distinto al realizado por meses. Sin embargo, es una alternativa que no se puede descartar.
2.- El estar en contacto con la tierra, le permitió al erizo disminuir su estrés, estar más estimulado conductualmente y como consecuencia una disminución de los niveles séricos de cortisol y aumento de los linfocitos, teniendo como consiguiente una mejora en su inmunidad celular. Esta alternativa sin duda está involucrada. No sólo eso sino que creo que el erizo se vio estimulado por endorfinas que aplacaron su dolor, lo que a su vez también posibilitó su recuperación.
3.- El erizo, al estar en contacto con la tierra, tomó contacto con su esencia, pudo profundizar en su Ser y encontrar sanación no sólo en su cuerpo, sino en su Espíritu. Esta alternativa es muy aventurada…. sería digno de considerarse como una locura o al menos una volada… sin embargo, de eso se trata “Naturaleza en el Hombre”. Creo que al entrar en contacto con la Naturaleza se produce un descanso profundo en nuestro Ser. La tierra, las piedras, los árboles, los animales, las plantas y todos los componentes de la Naturaleza, tienen una sabiduría, un poder especial. Reposamos en ella y nos permite llegar más fácilmente al Corazón y al Espíritu. Es un puente, muy antiguo. Nuestro cuerpo, mente y corazón debe recordar esa esencia en ese escenario.
Honestamente no sé qué le pasó al erizo de tierra, quiero elegir la tercera interpretación, al menos por esta vez. Yo no sé si los erizos tienen Espíritu…….. pero la verdad, creo que todos los seres vivos lo tienen. Algunos Espíritus Animales son muy poderosos. Muchas culturas originarias adoraban animales como verdaderos dioses. Tal vez algo conocían que nosotros olvidamos. Lo que puedo asegurar, habiendo trabajado profesionalmente con ellos por 12 años, es que son seres mucho más complejos y profundos de lo que parecen. Muchas veces siento que trabajo yo para ellos como ellos para mí.
Lo bueno es que cada uno es libre de elegir su propia interpretación.

sábado, 25 de octubre de 2008

Moraleja del Erizo de Tierra


Pensemos por unos minutos... objetivamente... que hizo la diferencia en la evolución de la enfermedad de nuestro erizo?...

sábado, 18 de octubre de 2008

La Enseñanza del Erizo de Tierra II Parte

Nada había dado resultado, tal vez si era un sarcoma y el patólogo se había equivocado, ya me había pasado antes. Que tristeza haber hecho pasar por todo este sufrimiento a este bicho… habrá sido mi ego por querer sacarlo adelante?, o habrá sido mi intuición de que podía mejorar a pesar de todos los fracasos?... ya no tenía más herramientas que vayan a cambiar el panorama, esto va de mal en peor. Me sentía mal con los dueños y especialmente con el erizo, había perdido el caso siguiendo una corazonada… muy poco profesional de mi parte.
Encendí un tabaco en la noche. El erizo en su cajita de plástico hecho una bola. Un último rezo. Nuevamente se desenrolló y le vi su cara. No parecía la de un animal que iba a morir....
¿Que hago?
¿Qué te pasa en verdad erizo? ¿Por qué no te puedo sanar esta enfermedad?.... Entonces me cruzó un pensamiento, una reflexión o un flash de conciencia.. no sé. ¿Será posible que su enfermedad no sea sólo una herida contaminada?, habrá algún plano más allá que el corpóreo dañado? es eso posible en un pequeño erizo de tierra?...
¿Por qué no?, ya lo había visto antes. Hay mucha gente que proyecta sus miedos, inseguridades y enfermedades en sus animales, lo he visto muchas veces, de algún modo inconciente sus dueños los quieren ver enfermos para agudizar su drama en la vida. Dueños excesivamente aprensivos con sus mascotas, siempre pensando que se van a enfermar y morir.
Nadie sabe cómo comenzó la lesión, no tuvo nunca un golpe o signo de inicio de enfermedad.... era francamente atípico. El erizo era obeso, vivía en un espacio pequeño, era muy probable que tuviera poca atención. Este problema no es sólo de la piel, pensé, ese enojo compulsivo tampoco… algo más le pasa a este Bicho. No puedo sentarlo en una silla de psiquiatra y preguntarle por su vida, pero si sé que esta herida no viene sólo de la piel. Necesita medicina más allá de la que puedo entregarle... y para eso qué mejor que la medicina de la Madre Tierra.
Tomé al erizo, quien inmediatamente se hizo bolita con furia, saltando para clavarme sus púas. Salimos al jardín, había luna llena, la luz blanca inundaba todo de tranquilidad y seguridad. Puse delicadamente al erizo en el pasto. Cinco segundos y se desenrolló, olfateó y caminó. Con su nariz hurgueteaba la tierra, se veía muy estimulado… se veía por primera vez feliz. Recorrió durante minutos, lo vi haciendo conducta de auto-untamiento, muy raro para su edad ya que sólo la hacen los jóvenes… ¿Habrá estado alguna vez en contacto con la tierra este animal? De repente comenzó a caminar hacia mi…. Más raro aún después de todas las curaciones que le he hecho lo mínimo que puede asociarme es con el dolor. Le pedí disculpas por tener una vida de cautiverio.
Desde ese día todo cambió. Su genio mejoró y su herida, al fin, está sanando….

lunes, 13 de octubre de 2008

La Enseñanza del Erizo de Tierra

Hace tres meses llegó un erizo de tierra a mi consulta. Una hembra obesa, no se veía su cara, enojada como ninguna. Tenía una herida contaminada en el 30% de su superficie dorsal, presentaba un aspecto proliferativo agresivo, lo primero que pensé fue en un tumor, un carcinoma de esos que se comen el cuerpo. Los dueños, una universitaria y su madre, la traían ya sin esperanzas, esperando mi aprobación para sacrificarla. La verdad yo pensé lo mismo, una herida profunda, grave, maloliente y con apariencia maligna en un animal que seguramente estaba sufriendo. Los solicité hacer una biopsia para confirmar mis sospechas y así realizar la eutanasia sin cargo de conciencia. Accedieron. Tuve que anestesiarla para poder manejarla, estaba furiosa y transformada en una bola de espinas, no pude convencerla de desenrollarse. Luego de pincharme varias veces (cosa que estoy acostumbrado) pensé que era merecedora de una dosis de anestesia. Ya dormida pude examinarla bien y me di cuenta de la gravedad de la lesión, la herida lucía horrible, de lo peor que he visto. Ya la había sentenciado con mi inspección. No era ético que un animal viviera con ese sufrimiento. Sin embargo, ya habíamos acordado hacer una biopsia y tomar una decisión con antecedentes en mano… y eso lo agradecía ya que muchos dueños rehúsan a gastar más dinero de lo que les costó el bicho. A la semana llegó el resultado: no se trataba de un tumor sino de una herida contaminada. Perfecto!!!, saqué mi mejor batería: la volví a anestesiar, le hice un curetaje quirúrgico, saqué material purulento y necrótico como si viniera de un elefante, de verdad estaba feísimo, quedé satisfecho, eso más una buena dosis de antibióticos, anagésicos y una crema serían suficientes. Volvió a los 5 días, en las mismas o peores condiciones, los dueños decían que le habían dado el antibiótico pero tenía dudas porque el erizo ni se dejaba mirar. Era el erizo más furioso que me ha tocado en el último tiempo. Nos pasamos dos semanas entre anestesias, aseos quirúrgicos y todo el arsenal de cremas, de las más modernas y caras. Había establecido una relación de confianza con los dueños, me tenían mucha fe, pero a esas alturas ya la estaban perdiendo. Me dí cuenta que la mamá de la Universitaria había accedido porque ella había sufrido un cáncer que logró vencer luego de años de tratamientos, cirugía y quimioterapia. Pasó un mes de tratamiento y seguía igual. Había probado de todo. Les pedí una última oportunidad: los parches hidrocoloidales, con ese método en el zoológico habíamos logrado cosas literalmente milagrosas, cosas que no creí posibles. Dos semanas con los parches y nada…. No me quedaba tiempo. Una de mis funciones es evitar el sufrimiento innecesario de los animales y la estaba rompiendo, pero algo me decía que podía sanarla… no estaba dispuesto a vencerme tan fácil, luego de 12 años de atender animales exóticos ya sé que cosas se pueden resolver y cuales no. Dejé de cobrarle a los dueños y pasé de la derrota de los parches hidrocoloidales a los de azúcar…. que tampoco resultó, luego de haber usado todo la artillería de la medicina moderna ya estaba usando azúcar….. nada. Un día llegó la Universitaria con cara de "ya no más". Me dí cuenta que ya no tenía salida, no la culpaba. En verdad ya había probado de todo. Los dueños me habían entregado toda su confianza y no habíamos avanzado nada. Le dije que sí que haríamos la eutanasia….. mentí. Ella se fue y me traje el erizo a mi casa. Me sentí mal, me carga mentir… dije lo que ella quería escuchar, no es ético mentirle a un cliente luego de que lo intentamos todo, pero al mismo tiempo no sentía que estaba bien sacrificarla, algo me seguía diciendo que no estaba bien, que a pesar del nulo avance podríamos revertirlo..... debe haber algo más que no he pensado. Si se mejoraba, fantástico! se lo diría a la dueña y estaría feliz de recibirla de vuelta, sino, lo sacrificaba y la dueña nunca se enteraría. En casa lo puse en un contenedor plástico, muy limpio, agua fresca y alimento, encendí un tabaco y comencé a rezar. Ocurrió un milagro, por primera vez la veía desenrollada sin la necesidad de anestesia, caminó, comió, tomo agua a mi vista y paciencia mientras yo tiraba el humo, gran paso. Una colega me recomendó matico, otra miel, ya que se adhería mejor al cuerpo tan movedizo y plástico del erizo, que se hacía bola cada dos segundos. Hice una combinación entre ambas, mientras la miel evitaría la proliferación de la lesión, el matico ayudaría a la cicatrización, el mismo principio que un parche hidrocoloidal o un parche de azúcar: Nulo oxígeno, muerte de bacterias por osmosis y aumento del índice mitótico, es decir cicatrización. Con mi mejor de las ondas le preparé una pastita ese día y los días siguientes. Nulo resultado. Ni mis rezos sirvieron. … además del mal médico soy antiético... pensaba (continuará…)

sábado, 11 de octubre de 2008

Las enfermedades y la mente

Hay una infinidad de formas de presentación de las enfermedades, se presentan en muchos planos distintos y las manifestaciones de una misma enfermedad también pueden ser distintas de una persona a otra. En efecto, hay que diferenciar los signos, de la enfermedad propiamente tal. La enfermedad es la interacción entre un agente causal y el huésped, eso puede llevar a una diversidad de signos. Si sólo se tratan los signos nunca sanaremos la enfermedad en realidad.
Lo curioso es que en las enfermedades del hombre moderno el agente causal y el huésped son lo mismo, o sea somos nosotros mismos los que nos enfermamos, ésta es una paradoja casi exclusiva de nuestra especie. Digo casi exclusiva porque los únicos animales que pueden manifestarla en forma similar al humano son justamente los animales que viven con nosotros (ej. Un loro que se saca las plumas, un gato con lamido compulsivo, etc.). Sin embargo, la magnitud que alcanza en el humano es impresionante: Hace unos años una tía vivió un proceso muy triste, la separación de su hijo mayor. Mi tía se enfermó de tal manera que entró en un cuadro de ansiedad y depresión profundo, finalmente cayó en una hemiplejia. El ver la mitad de su cuerpo sin movimiento era muy fuerte, el escucharla hablar sin poder mover la mitad de los labios es algo que nunca voy a olvidar… los párpados y mejillas de un lado de la cara caídos, gran dificultad al pararse y caminar. ¿Cómo fue que sus pensamientos respecto a esa situación inmovilizaran los músculos de la mitad del cuerpo?... Es imposible que la separación de su hijo en sí afecte la unión neuromuscular en su cuerpo… fueron sus pensamientos en relación a ello. En la medida que fue pasando el tiempo y que se fue conformando con la situación los músculos dormidos fueron recordando su parte del libreto. Que mayor prueba de esta realidad: los pensamientos pueden provocar cambios en nuestra fisiología y llevarnos a desarrollar un cuadro patológico. El tratamiento no consistió en mejorar la captación de acetil colina en la unión neuromuscular, sino mejorar los pensamientos que afectaban a sus Ser. Creo que lo que le pasó a mi tía nos ocurre a todos en diversas escalas.

Nuestras enfermedades pueden afectar nuestros diversos planos. Algunas enfermedades se pueden generar en nuestro cuerpo directamente. Sin embargo, la mayoría de las enfermedades del hombre moderno tienen su origen en la mente. La mente proyecta una enfermedad en el cuerpo. Tal como escribí en el post anterior la mente es capaz de desencadenar procesos fisiológicos ante un estímulo inexistente. La verdad es que hay personas que inconcientemente quieren enfermarse, se quejan todo el día de sus males, dolores, de la vida. No están armónicos con el tiempo presente. El estar desalineados nos enferma. Amplificamos y mantenemos conflictos en nuestras cabezas, lo que activa la vía hipotálamo - hipófisis - corteza adrenal, además del sistema límbico. De alguna manera con esto se invoca la presencia de enfermedades que se corporizan en el tiempo. El hombre moderno está enfermo de la mente, y los pensamientos que emanan de ella generan cambios en nuestro cuerpo y vuelven a estimular a la mente, en un círculo vicioso. Hemos desarrollado mucho la mente, el pensamiento, tenemos un sistema educacional y recreativo complejo que se conecta constantemente con la mente. Hemos olvidado el resto de las partes de nuestro ser por no conectarnos más profundamente. ¿Por qué mucha gente no puede estar sola en una pieza sin ningún estímulo?, ¿Por qué la mente se agita en vez de serenarse en esas condiciones? ¿Por qué mucha gente no puede dormirse si no es viendo la TV?. Nuestra mente nos habla constantemente y está en toda nuestra vigilia jugándonos algunos trucos, convenciéndonos de ciertas cosas, para que nuestra atención vaya siempre a ella. Esta voz constante no nos permite llegar a un estado de conciencia más profunda, a nuestro ser interior. Ahí, en nuestra profundidad, se encuentra nuestro doctor.

sábado, 4 de octubre de 2008

Las nuevas enfermedades del hombre moderno

Colon irritable, gastritis, cefalea, hipertensión, infarto al miocardio, derrame cerebral, obesidad, anorexia, depresión, ansiedad, bipolaridad, soriasis, onicofagia, diabetes, cáncer, alcoholismo, adicción a otras drogas…. Una batería de enfermedades multi-causales que parecen ser infranqueables para el hombre moderno. Este tipo de enfermedades nos caracterizan en estos días. Enfermedades que no pueden ser combatidas sólo con fármacos, porque los agentes causales trascienden a la medicina convencional. Los orígenes de estas enfermedades no son simples desajustes de la homeostasis corporal, ni bacterias que se atacan con potentes antibióticos. A estas enfermedades usualmente las declaramos como relacionadas al estrés.
¿Qué es el estrés en realidad? ¿Qué utilidad nos presta? El estrés es la consecuencia de un mecanismo neuroendocrino que nos permite responder apropiadamente antes situaciones de emergencia. Para correr en caso de peligro, o para cazar a una presa. Es lo que se produce cuando nuestro equipo mete un gol en el estadio lleno en un partido reñido: saltamos y gritamos. Debe haber sido parecido al encontrarse un ancestro humano con un diente de sable… arrancar a perdernos!!!. Cuando se produce este evento que requiere de nuestra máxima respuesta, una rápida señal emerge de nuestro cerebro en un lugar llamado hipotálamo, el que a su vez estimula una glándula maestra llamada hipófisis y ésta a su vez genera una serie de cambios en el cuerpo con el objeto de responder a la emergencia: aumento de la frecuencia cardíaca, de la frecuencia respiratorio, aumento de la presión sanguínea, disminución del flujo sanguíneo a los intestinos, cambios en nuestro sistema inmune y cientos de miles de ajustes corporales. Es decir que el estrés es bueno, ya que nos permite salir bien parados de situaciones límite. Sin embargo, en el hombre moderno cabe hacerse varias preguntas:

1.- ¿Qué ocurre cuando se desatan estos cambios en nuestro cuerpo y no respondemos corriendo o gritando?... a dónde se va toda esa energía?
2.- ¿Qué pasa cuando esta vía es estimulada una y otra vez?
3.- ¿Por qué esta vía se desata en el hombre moderno que rutinariamente no tiene ninguna amenaza evidente?

Para mí las respuestas a estas preguntas son claves en la relación del hombre moderno con la vida que construyó.
Si todo nuestro cuerpo se prepara, se energiza para responder a una emergencia y nosotros no hacemos nada, toda esa energía que debe canalizarse en alguna parte, queda atrapada y trata de salir de algún modo de nuestro cuerpo…. He ahí una de las razones que terminan con una persona con las enfermedades descritas al inicio de este post.
El desatar este mecanismo una y otra vez no es más que una adicción, nos acostumbramos a él y comenzamos a activar además otras áreas más complejas en nuestro cerebro, en particular el sistema límbico, en el que se activan sentimientos más graves y profundos: miedo, frustración, terror, ira, envidia, celos, odio, resentimiento, etc. Esto está demostrado en muchos animales: monos que le temían a una serpiente y que desarrollaban conductas de vocalizaciones extremas al ver una, si se les saca el sistema límbico no sólo dejan de temerle, sino que se la comen. En este caso la activación del sistema límbico humano hace que comiencen a aparecer enfermedades psicogénicas más complejas y graves.
Voy a dar un ejemplo diario práctico: una discusión. Cuando creemos que alguien nos ha hecho algún daño o se ha metido en nuestro territorio se lo expresamos verbalmente, muchas veces con vehemencia, la persona implicada hace lo mismo. Desencadenamos reacciones de emergencia. Ocurre que muchas veces al terminar la discusión nos quedamos pensando en el asunto una y otra vez, es decir seguimos discutiendo por horas pero esta vez solos, incrementando y perpetuando ese sentimiento negativo. Si los comparamos con los animales por ejemplo, cuando un cisne se mete en el territorio de otro también se produce una discusión, más bien un ritual para ver quien es más fuerte. Una vez resuelto el conflicto (usualmente sin daño de nadie) cada uno sacude las alas y sigue con su vida normal… no se quedan entrampados en esa discusión.
La respuesta a la tercera pregunta es también muy iluminadora: Los mecanismos de respuesta a emergencia no sólo responden a amenazas reales sino que responden también a nuestra mente humana, o sea a lo que pensamos de las cosas o circunstancias. Los hombres modernos somos adictos de la mente, y la mente nos puede jugar una mala pasada al hacernos creer que estamos en peligro o que nuestra integridad está tocada. Todo nuestro estrés no viene de las cosas o de las circunstancias reales, viene de lo que pensamos de ellas. Esa es una gran diferencia, clave para enfrentar las enfermedades modernas. Cuantas veces me ha pasado que me siento ansioso o triste y no sé porqué, busco cual habrá sido el causante de esa sensación y me doy cuenta de que no era tan importante, entonces ya me siento mejor…. Si no me doy cuanta me quedo peleando por horas…. Es mejor ser como el cisne y sacudir las alas, dejar que la energía salga.
Son, entonces, nuestros pensamientos los que nos hacen estar en estado de emergencia muchas más veces que lo natural y, que no nos permiten responder en forma normal como sería correr o gritar (es por esto que hacer ejercicio o bailar disminuye el estrés), retenemos esa energía que se acumula en nuestro cuerpo y trata de salir por nuestros órganos….. enfermándonos. Al mismo tiempo esto lleva un feedback (retroalimentación) positiva a la mente para generar más pensamientos negativos. Con esto quiero decir que la responsable de los males del hombre moderno es nuestra mente, le hemos dado un lugar, una relevancia de demasiada alta. Evidentemente que desarrollar la mente es muy importante, siempre y cuando no olvidemos las otras partes de nuestro Ser. Somos mucho más que mente…. aunque el hombre moderno lo haya olvidado.

domingo, 28 de septiembre de 2008

Reguladores II

Claro, pero los agentes infecciosos existen en todos los seres vivos, los regulan a todos. Sin embargo, el ser humano al haber escapado de sus predadores, al haber escapado y al haberlos eliminado se quedó sólo con los agentes infecciosos. Pero es más que eso. Los agentes infecciosos cumplen en vida silvestre un rol regulador muy discreto, dan cuenta de aquellos individuos más débiles y por lo tanto son parte de la selección natural dando el efecto esperado: la evolución. En vida silvestre, en un ambiente prístino, los agentes infecciosos no son un problema, sino más bien parte de un equilibrio, un integrante más de la biodiversidad. Hay una convolución entre los agentes infecciosos y sus huéspedes, lo que hace que en términos poblacionales no se hagan daño. En cambio para el hombre son de gran amenaza. La razón es simple, hemos cambiado el escenario donde se lleva a cabo la interacción, es decir la cancha donde se miden los huéspedes y agentes infecciosos, lo que ha favorecido a un gran número de ellos. Por otro lado hemos estimulado la evolución de los agentes infecciosos, haciéndolos cada vez más difíciles de controlar. Estimulamos su reproducción y mutación al colocarlos en distintos eventos, al aplicarles fármacos que matan a gran parte de ellos, pero los sobrevivientes se hacen más resistentes y difíciles de controlar. Es una carrera entre la evolución de estos microorganismos y las ciencias médicas.
Al mismo tiempo el ser humano evoluciona en forma inversa frente a las enfermedades. Al usar medicamentos impedimos a nuestro sistema inmune que se fortalezca, que gane experiencia y destreza en el combate de estos agentes, nos hacemos más débiles. Nuestro cuerpo no se moldea al ritmo de la evolución, sino más bien al ritmo de los arquetipos inducidos por los medios de comunicación. Para que decir de nuestra dieta…. Pero ese es otro tema.
Un ejemplo simple en la medicina del día de hoy: los partos por cesárea llegan hoy casi al 50 % . Esto lleva a que los siguientes partos de esa misma madre también deban ser por cesárea. La razón es que el parto dejó de ser natural, sino que un evento médico bajo absoluto control en que el día y hora es programado a conveniencia del médico, y no siguiendo lo que el cuerpo dice. Se me ocurren miles de ejemplos más. Es probable que un porcentaje de las mujeres en forma natural mueran durante el parto. En las comunidades originarias sería muy bajo, sin embargo si nos vemos forzados a vivir sin la medicina moderna muchas mujeres morirían en el parto, porque hemos seleccionado a favor a aquellas mujeres que no podría parir y ellas han diseminado ese gen a su descendencia. Es duro pensar de esa manera, pero es la forma en que la selección natural opera. La hemofilia por ejemplo es una enfermad de origen genético mucho más frecuente de lo debido, sólo por el hecho de la acción de la vida moderna. Mucha gente vive y disemina enfermedades en la población ya que la medicina moderna lo permite. Con eso no digo que la gente que tenga enfermedades no pueda vivir una vida normal y feliz, sino que quiero ejemplificar que la medicina moderna no tiene en consideración la naturaleza de las enfermedades ni su historia evolutiva.
Los agentes infecciosos son un tema en el hombre. Pero hay algo que me llama poderosamente la atención: las enfermedades creadas por nuestra forma de vida. Enfermedades que no tienen otros animales silvestres. Enfermedades que trascienden el cuerpo, que calan profundo en nuestro ser: las enfermedades del hombre moderno.

domingo, 21 de septiembre de 2008

Reguladores

Todos los seres vivos tienen reguladores. Aquellos que se ubican más abajo en la pirámide de la vida, los productores (plantas que obtienen la energía desde el sol), son controlados por las condiciones climáticas y físicas así como por los eventos estocásticos. Además los herbívoros, es decir los consumidores primarios, mantienen un control sobre éstos. Sin los herbívoros no existiría una diversidad en las plantas, no me refiero sólo al hecho de que los herbívoros son eficientes dispersadores de su genética (Ej: semillas, propágulos, etc.), sino que establecen un equilibrio entre las distintas especies vegetales. Sin los herbívoros prevalecerían algunas especies vegetales sobre otras, que por ser peores competidoras serían desplazadas. Este es un interesante efecto si se considera que lo hacen comiéndoselas. A su vez los herbívoros tienen depredadores y estos depredadores al mismo tiempo tienen predadores tope, generalmente especialistas carnívoros. La subsistencia de los carnívoros depende de un gran nº de presas y ese número, abundancia o biomasa, es exponencial hacia abajo, es decir hacia los herbívoros y productores primarios (vegetales, hongos, etc.). Esto quiere decir que los predadores tope son los menos numerosos y los más susceptibles a los cambios en la pirámide o en el ambiente. Esta relación entre los seres vivos se le llama en Ecología las cadenas tróficas. Es por esto que ellos (los predadores tope) no tienen más reguladores que su propia competencia, con los de su misma especie (intraespecífica) u otros carnívoros especialistas (interespecífica). En este proceso de pérdida de biodiversidad que se encuentra experimentando el planeta, las especies que primero se ven afectadas son los predadores tope, en general son especies muy amenazadas por los cambios que el hombre ha hecho en el mundo.
¿Tenemos reguladores?, ¿o somos predadores tope que nos regulamos solos? Esta pregunta es interesante porque si fuéramos predadores tope no tendríamos que preocuparnos por el cambio de la tierra y la biodiversidad, sería sólo una cuestión de competencia intra-específica, o sea una regulación interna. Por otro lado si no somos predadores tope ¿quién nos regula a parte de nosotros mismos y la disponibilidad de los recursos?. Para mí aquí hay una de las preguntas claves del descubrimiento de la naturaleza humana. Si bien somos depredadores, (basta con mirarnos al espejo y ver nuestros ojos: nuestra visión bi-focal), no somos predadores tope. Somos Omnívoros, no tenemos garras ni grandes colmillos, nuestro sistema digestivo no es tan corto. No somos predadores tope. Nuestra fisiología concuerda con nuestra evolución de cazadores – recolectores, ese oficio sigue muy ligado a nuestra esencia, o sea estaríamo digamos en la mitad de la pirámide.... claro, si estuviérmos conectados con la Tierra. ¿Entonces que pasó con nuestros reguladores?... Fácil, escapamos de ellos al crear nuestro mundo privado, nuestro mundo desconectado de las redes de la Naturaleza. En realidad no sólo escapamos sino que los aniquilamos, los predadores tope han sido los animales más perseguidos en la historia del hombre moderno: Extinto dientes de sable, extinto lobo de tasmania, extinto milodón, amenazados grandes felinos, osos, etc..
¿Quiere decir esto que nos quedamos sin reguladores?... A primera vista pareciera ser que sí, pero no es cierto…. Aquí viene lo más curioso de todo: Los reguladores de los seres humanos, una de las criaturas más complejas sobre la faz de la tierra, son los organismos más simples y primitivos: virus, bacterias, protozoos, priones, los que llamamos agentes infecciosos, las enfermedades, que en cualquier momento pueden disminuir nuestra población en forma dramática. Ya lo han hecho antes y lo volverán a hacer: las grandes epidemias. Hay, en este momento agentes infecciosos incubándose esperando su momento para actuar, limitado por los avances de las ciencias de la salud y los sistemas epidemiológicos internacionales. Es un equilibrio inestable, sin duda.

sábado, 13 de septiembre de 2008

Contradicciones

Este blog ha sido un espejo, lo que critico o valoro no es más que un reflejo de mi propia persona. Mis propias contradicciones. Estoy comenzando un viaje raro que me llevará a la tierra de mis ancestros: Bélgica, sin embargo hoy me encuentro tomando un café en Starbucks frente al World Trade Center en New York, o sea en la cuna del hombre moderno de vida occidental.... en el mismo epicentro, no más, no menos... curioso que esté aquí, el hecho es que tengo que estar 6 horas en esta ciudad y no me hacía gracia pasarlas en el Aeropuerto. Llevo varias semanas pensando en las enfermedades y pensaba escribir de eso..... acá se ve mucha gente enferma, de cuerpo y mente. Gente pálida, de piel quebradiza, triste. Me vine en el metro (subway) y frente a mí una mujer se sentó a llorar, estuvo llorándo todo el trayecto...... pareciera ser lo más normal. Bueno no hay nada de malo con llorar, es sólo que en esta ciudad se ve de todo, y ese cuadro que me tocó al frente me conmovió. No nos damos cuenta y nos enfermamos, sólo por no escucharnos, sólo por alejarnos de nuestra esencia... de lo que somos en verdad.
Estoy en New York, lo opuesto a mi ideal para hacer un hogar. Me bajé en cualquier estación y llegué justo a la zona cero, donde cayeron los dos gigantes de fierro y cemento construidos por el hombre moderno. En el lugar todavía hay tristeza, fotos de los muertos, flores, cartas, dibujos de sus hijos. En frente construyeron un memorial que ya se transformó en hito turístico.... y es que así son los gringos, unas máquinas fabricantes de dinero... el dios más poderoso por estos lados.... the world trade center.
Lo curioso es que no me siento tan mal acá. NY tiene grandes plazas y árboles enormes. Tal vez sea la diversidad cultural, la diversidad de naturalezas del hombre. Al comprar el café me atendieron dos gringos: una blanca con sobrepeso y un negro (típicos!), luego de venderme el café con excesiva gentileza, comenzaron a cantar en forma alegre y melodiosa.... eso, a cantar no más, a 20 metros del desastre más grande que la historia del hombre moderno tiene memoria... Fue lindo, me imagino que eso significa que nuestra esencia como seres vivos de esta tierra está ahí, es impercedera... nos aguarda, en cualquier lugar, incluso bajo un árbol en el centro económico y político del hombre.

lunes, 8 de septiembre de 2008

Vuelta a la Espiritualidad

Una idea que se me ha venido a la mente otra vez en este tiempo, que tampoco debe ser nueva, es la relación entre el hombre, la naturaleza, la espiritualidad y la religión. Ninguna religión abarca cabalmente la divinidad, y al mismo tiempo todas lo hacen. Las religiones son creadas por el hombre, generadas a partir de personas muy iluminadas… ya explicaré lo que creo significa iluminadas. Trataré de darme a entender: Dios, El Gran Misterio, La Energía Universal, o como cada uno quiera llamarlo, no está en las religiones, ni en los ritos ni en las ceremonias. En realidad está dentro de nuestro Ser, en nosotros. Lo que hacen estos diseños no es otra cosa que conectarnos con la Divinidad acá adentro, o sea, con lo que llamamos Espíritu. Es decir, las religiones (diseños) no son Divinas, nosotros tenemos la Divinidad interior y los diseños nos ayudan a llegar a ella. Si esto es verdad, no importa que religión practiquemos, incluso puedes no practicar ninguna, o todas, lo importante es llegar a conectarte con tu Espíritu…. Y que es Espíritu?… eso no lo sé, y si lo supiera no sabría como explicarlo. Sólo sé que ahí está. Sólo se siente. Está en todos lados rodeándonos y sobretodo dentro nuestro. Los grandes maestros, los profetas, mesías, Cristo, son seres que, creo, estaban muy conectados con su Espíritu y a partir de ahí generaron sus enseñanzas. Lo que puedo decir es que en todos los diseños es la Naturaleza el elemento de conexión, el encuentro con la Paz… con el Amor. Todos los grandes maestros simplifican el significado de lo Divino en la Paz y el Amor. Si es cierto que tenemos cuatro fases o partes: cuerpo, mente, corazón (sentimientos) y espíritu, estos maestros estaban muy conectados con todas esas partes, las tenían bien alineadas. Lo que nos pasa a los hombres modernos es que nos entrampamos en las primeras dos y no nos dejamos ver más allá en nuestro Ser. Nuestra vida moderna nos ha entregado una religión, un diseño, sin corazón ni espíritu y la seguimos ciegamente…. Rendimos culto y tenemos rituales dedicados al cuerpo y la mente. Despertar significa entonces encontrarnos más profundamente. Eso… en mi humilde opinión.

sábado, 23 de agosto de 2008

Evolución del conocimento

Hace algunos días conversaba con mis amigos Luis y Vane a cerca del desarrollo de las civilizaciones, a cerca de la evolución del conocimiento y el desplome.... nos daba mucha risa en lo que se han convertido grandes pueblos. Pareciera que siempre volvemos al mismo punto, no tenemos un crecimiento muy estable en el ámbito del conocimiento. Si pienso en las grandes civilizaciones y lo que son hoy me doy cuenta que en algún momento de cada una de ellas pareciera que todo se pierde. Egipto por ejemplo, el desarrollo histórico de las Matemáticas, la Agricultura y la Astronomía es impresionante... Las pirámides siguen siendo un manjar y un misterio para científicos y turistas. ¿Dónde están hoy las grandes escuelas de matemáticas en Egipto?. Algo similar al su equivalente Latinoamericano, el pueblo Maya.... ¿A dónde fueron? Por qué ese conocimiento no fué transferido a los Mexicanos, Salvadoreños y Hondureños? ¿Por qué las grandes escuelas de filosofía no están en Grecia?... ¿Dónde están los Aristóteles y Sófocles del día de hoy? Veamos a China por ejemplo.... el pueblo más grande y del cual se tiene registros más antiguos, gran sabiduría ancestral en el ámbito de la mente y el espíritu... y ahora dedica su vida a fabricar a baratijas de plástico!. Es difícil de entender qué pasó. No es que quiera denigrar a esas grandes naciones, en realidad pasa con todos nuestros pueblos. En realidad nos pasa como especie.
Afortunadamente cada gran civilización dejó huellas para que su conocimiento fuera encontrado, hay libros, templos y ritos que permiten acercarse a ese conocimiento.
Hoy, la globalización nos ha llevado a que todos los habitantes de la Tierra seamos como un sólo gran pueblo. Basta con meterse a internet y chatear con quien quieras, basta darse cuenta que los Japoneses bailan Rap en las calles mientras que en Nueva York comen sushi. El problema de esta globalización es que el estilo de vida Occidental, es decir la influencia de Estados Unidos y Europa, es un modelo de vida que todos quieren vivir, con lo cual la riqueza cultural se va perdiendo. Se vé en cada esquina. Gente que vivía de la agricultura se viene a la ciudad. Gente que tenía sus tradiciones y fiestas ansestrales ahora se mete a una disco a escuchar música en inglés. Y lo mismo dentro de la ciudad, edificios históricos son cambiados por pretenciosas oficinas y malls. La mayoría quiere vestirse con la misma ropa e ir de vacaciones a Disney World. La pérdida de nuestras identidades es otra forma de extinción... y la verdad nos pone en peligro.... es como poner todos los huevos en una misma canasta....
Por otro lado esta globalización es una oportunidad. Una oportunidad de conocer la sabiduría de todos los pueblos, unirla y encontrar el camino de regreso.....
Con "camino de regreso" me refiero básicamente a dos cosas:
1.- Reconocernos como hijos de la Tierra.... y por lo tanto respetarla, a ella y todas las formas de vida.
2.- Encontrar nuestra escencia.... lo que somos en verdad. Estamos echándo por la borda cientos de miles de años de evolución, para cambiarla por un mundo artificial contruído hace no más de un puñado de décadas.
En la medida que entendamos ésto, el consumismo y el exitismo pasarán a segundo plano y nuestros grandes males como sociedad se habrán exterminado.
Díficil, pero linda tarea.... vale la pena intentarlo.

sábado, 16 de agosto de 2008

El Árbol IV parte y Final

Vivimos tiempos dificiles, y al mismo tiempo hermosos. Según mi concepto comenzamos a vivir el desafío más importante de nuestra historia sobre la tierra. Hay muchos que creemos que trabajamos para la conservación de los animales y las plantas, de los recursos naturales, pero a poco andar nos damos cuenta de que estamos trabando para sostener nuestra propia existencia. Hemos creado un mundo artificial, usamos los recursos que nos dá la naturaleza para crear un mundo propio. Nuestro desarrollo intelectual nos permitió desarrollar herramientas e instrumentos que nos facilitan enormemente la vida, y eso hizo que nuestra especie aumente de manera estrepitosa por todos los rincones del planeta. Es fácil vivir en estos días, ya que somos muy sociales y cooperativos, contamos con complejas y múltiples herramientas. Sin embargo, todo este desarrollo tecnológico hizo también que olvidáramos muchas cosas, de quienes somos en verdad, de cual es nuestra escencia. El vivir en este mundo artificial, en esta burbuja de plástico, nos tiene un poco mareados, un tanto asfixiados.... y no somos capaces de ver lo que está pasándo fuera de la burbuja, a leer los signos, a entender a la naturaleza. Con ésto no hacemos otra cosa sino que dejar de escucharnos a nosotros mismos. Pero nuestra escencia está en nuestro corazón.... y la naturaleza es quién nos ayuda a escucharlo. Estamos siendo constantemente bombardeados por estímulos de la ciudad, estímulos falsos o distorcionados, y no nos damos el tiempo de escuchar los estímulos naturales. Los elementos y las formas de vida nos recuerdan quienes somos, y por lo tanto cómo podemos vivir en paz. ¿Qué tiene que ver ésto con el Árbol?.. todo.

El árbol es el ser viviente más antiguo del planeta, él nos vió nacer y crecer, y también alejarnos. El árbol tiene gran parte de nuestras historia en sus raices. La corteza de su tronco ha sido tocada por nuestros ancestros, con sus ramas se han prendido grandes fuegos de unión y aprendizaje. Por este motivo el colocarse bajo la sombra de un árbol con el corazón abierto no hace más que recordarnos quienes somos, entregarnos sólidos consejos y la ruta de la vuelta a casa...

sábado, 9 de agosto de 2008

El Árbol III parte

Tal parece que el árbol es, si no el más importante, unos de los elementos más trascendentes de la espiritualidad humana… un ser poderoso de la naturaleza en el hombre. La relación del árbol con cualquiera de los diseños o religiones es fundamental, he aquí una pequeña investigación que hice en la web.

Son muchos los árboles mencionados en las diversas religiones: Árbol sagrado, árbol de la vida, árbol del conocimiento, árbol de la sabiduría, etc. Desde la Biblia hasta el Corán, de los más antiguos libros orientales (el ginkgo para los chinos y el árbol de la sabiduría para varias culturas) pasando por los sagrados libros hebreos hasta el Popol Vuh, el libro sagrado de los Mayas, el árbol ocupa un lugar mágico y determinante. En los antiguos celtas las enseñanzas provenían de una trilogía del árbol. En la Biblia, nuestro libro espiritual más importante de esta parte del planeta, la separación del hombre con lo divino se produce en el árbol del conocimiento del bien y del mal, ahí, en el Jardín de Edén (Génesis, 2:9), y nuestros días de vida terrenal se acaban en el último libro del Nuevo Testamento, la vuelta al Árbol de la Vida (Apocalipsis, 22:2, 14)… Sólo en la Biblia hay más de 500 referencias a árboles, aquí algunas de las más memorables:

"Y plantó Jehovah Dios un jardín en Edén, en el oriente, y puso allí al hombre que había formado. Jehovah Dios hizo brotar de la tierra toda clase de árboles atractivos a la vista y buenos para comer; también en medio del jardín, el árbol de la vida y el árbol del conocimiento del bien y del mal. Un río salía de Edén para regar el jardín, y de allí se dividía en cuatro brazos." (Génesis 2:8-10)

"Y Jehovah Dios dijo: 'He aquí que el hombre ha llegado a ser como uno de nosotros, conociendo el bien y el mal. Ahora pues, que no extienda su mano, tome también del árbol de la vida, y coma y viva para siempre. Y Jehovah Dios lo arrojó del jardín de Edén, para que labrase la tierra de la que fue tomado. Expulsó, pues, al hombre y puso querubines al oriente del jardín de Edén, y una espada incandescente que se movía en toda dirección, para guardar el camino al árbol de la vida."(Génesis 3:22-24)

Perdimos, de algún modo, esa vida en el jardín del Edén, esa vida de armonía, sin embargo tenemos la promesa de volver a él:

"El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venza le daré de comer del árbol de la vida que está en medio del paraíso de Dios."(Apocalipsis 2:7)

Me llama la atención todos estos símbolos y parábolas. Los cuatro brazos del génesis se relacionan del algún modo con los cuatro ríos del Apocalipsis… ambos relacionados al árbol.
Hay una referencia Bíblica que me gusta mucho por estar muy relacionada con culturas americanas que en ese entonces no se conocían:

"… todos los lugares donde los pueblos ... han dado culto a sus dioses, en las altas montañas, en las colinas y bajo todo árbol frondoso." Deuteronomio, 12:2

Que lindo!

En el Corán, la guía religiosa de casi la un tercio del mundo, se encuentran numerosas referencias a lo sagrado de los árboles y se utilizan para hermosas metáforas:

«¿No ves que Dios compara una buena palabra a un buen árbol? Su raíz es firme y sus ramas se elevan al cielo; da fruto en todas las estaciones por la gracia de Dios. Dios habla en parábolas a los hombres para que ellos atiendan. Pero una palabra mala es como un árbol malo, arrancado de la tierra y despojado de todas sus raíces.»Sura 14:24-25

Mientras más conozco el Corán más similar lo encuentro a la fé Cristiana, y así casi con cualquier religión milenaria. En el Corán se muestra al árbol no sólo como una forma metafórica de entregar enseñanzas, literamente los menciona como un maestro, un ejemplo a seguir:

hacemos brotar los gérmenes de todas las plantas, con la que producimos las verduras y los apretados granos, las palmeras cargadas con racimos de dátiles, los viñedos y los olivares, y los granados parecidos y diferentes. Considerad sus frutos cuando llegan a la madurez. Ciertamente en ellos hay signos para los verdaderos creyentes.» Al-An’am, 6:99

En el Judaísmo el Árbol de la Vida es uno de los signos geométricos más sagrados de la cábala, en los que aún no se descubre todos sus secretos. Es tan sagrado que al aprender de esta figura se asegura el crecimiento personal y espiritual. El árbol de la vida hebreo es muy antiguo, sin embargo al parecer trascendió por más tiempo y más regiones de las que se creía, se halló 3.000 años antes en Egipto, y hasta el día de hoy es posible observar la estructura del Árbol de la Vida en muchos sitios alrededor del universo:

« El Árbol sefirótico, el Árbol cabalístico de la Vida es un imagen del universo en que Dios habita y que él impregna con su esencia, una representación simbólica de la vida divina que circula a través de toda la creación. Habéis aquí un sistema que permita evitar dispersar en vosotros actividad espiritual. Si ustedes trabajáis durante años sobre este Árbol sefirótico, sobre el Árbol cabalístico, si lo estudiáis, saborearéis sus frutos, introduciréis en vosotros el equilibrio y la armonía de la vida cósmica. »

Además de las religiones el árbol está presente en la cultura y mitología de muchas naciones. En Alemania existe una leyenda memorable del Árbol de la vida, el cual era un árbol perenne cuyas raíces y ramas mantienen unidos los diferentes mundos: el Asgard, el Jotunheim , el Niflheim:
La existencia del mundo dependía de un árbol gigantesco, siempre verde, el fresno Yggdrasil. Su copa estaba en la parte más alta del cielo, sosteniéndolo. Tenía tres raíces. La primera estaba en Asgard, junto a la fuente de Urd, La segunda raíz estaba en Jotunheim -el antiguo Ginnungagap-, el mundo de los gigantes. Al lado estaba la fuente Minir (Mimir), que era el pozo de la sabiduría. La tercera raíz llegaba hasta el mundo subterráneo, el Niflheim. Junto a esta raíz brotaba la fuente Hvergelmir, manantial de los ríos primitivos, lleno de serpientes. Esta raíz era continuamente roída por el dragón Nidhogg. En la rama más alta del fresno se sentaba un águila sabia, encargada de avisar a los dioses si sus enemigos, los gigantes, venían a atacarles. Sobre sus ojos había un halcón de nombre Vederfolner. Entre sus ramas también se encontraban la cabra Heidrun, que suministraba a los guerreros de Odín o Einheriar el hidromiel necesario para su sustento. Por su tronco corría la ardilla Ratatosk, que pasaba las noticias e insultos entre el águila y Nidhogg. Cuatro ciervos comían los brotes tiernos del fresno: Dain, Dvalin, Duneyr y Durathror. De sus cornamentas caía el rocío que formaba los ríos del mundo”.

Sin embargo, tanto en la mitología con en la religión existen árboles que pueden no ser buenos. En el Corán existe el misterioso y horrible «árbol del Infierno» o zaqqm (As-Saffat, 37:65, Ad-Dukhn, 44:49, Al-Waqi’a, 56:51):

«¿No es mejor recibido que el árbol zaqqm? Hemos hecho de este árbol un azote para los injustos. Crece en las profundidades del Infierno, llevando frutos como cabezas de demonios: con él se alimentarán y llenarán sus vientres, junto con tragos de agua hirviente. Entonces regresarán al Infierno.»Sura 37:62-68

Un desafío para nuestro entendimiento es el árbol del conocimiento del bien y del mal (Génesis, 3:4-6, 17-18). Este árbol nos hace elegir y depende de nosotros su efecto. Parece que nuestros más antiguos antepasados se equivocaron. Mi interpretación es que el árbol del conocimiento no es para comer sus frutos, es para semilla, es decir para compartirlo con otros. Si el conocimiento se muere conmigo estoy cometiendo el peor de los pecados. El conocimiento se comparte…. No soy teólogo, es sólo una humilde opinión luego de esta breve investigación. Ésto quiere decir que no es el árbol el malo, sino el uso que le damos nosotros, ya que estamos libres para elegir.

Las coincidencias son abismantes. En el nuevo mundo, América, un lugar inexistente para los fieles del Cristianismo, Corán, Judaísmo, Induismo y la cultura que quieran, existían enseñanzas ancestrales muy alineadas. El árbol sagrado es así como un manual de espiritualidad para indígenas norteamericanos. Los ancianos americanos profetizaron que, volviendo a los valores tradicionales, los pueblos ancestrales pueden encontrar la llave para liberar la fuerza que los guíe a su propia vía de desarrollo. Pero la verdad es que el árbol sagrado no sólo es una guía individual, esta transformación personal podría tener un efecto sanador en el planeta entero:

Para todos los pueblos de la Tierra, el Creador ha plantado un Árbol Sagrado, para que se junten bajo su sombra. Es aquí donde la gente encuentra la sanación, el poder, la sabiduría y la seguridad. Los mayores nos enseñaron que la vida del Árbol es la vida del pueblo. Si el pueblo se aparta mucho de la seguridad del Árbol, si olvida comer sus frutos, o si se vuelve contra el Árbol y lo trata de destruir, una gran tristeza caerá sobre él. Muchos se afligirán. La gente perderá su poder. Dejará de soñar y de tener visiones. Empezará a discutir por trivialidades. Ya no sabrán decir la verdad ni ser honestos los unos con los otros. Olvidarán cómo vivir en su propia Tierra. Sus vidas se llenarán de ira y tristeza. Poco a poco, se envenenarán a sí mismos y a todo lo que tocan”.

Esta última parte del relato me recuerda en mucho a la vida moderna… la gente enferma de depresión y su desvinculación con la naturaleza. Pero el árbol sagrado también entrega el camino de regreso y la promesa de un mundo mejor:

…también dijeron que el Árbol no moriría jamás. Y mientras viva el Árbol, vivirá el pueblo. Dijeron que llegará un día en que el pueblo despertará de nuevo, como de un largo sueño producido por una droga; empezará nuevamente a buscar el Árbol Sagrado. Al principio, su búsqueda será temerosa, pero poco a poco entenderán cuán importante es. El lugar del Árbol y sus frutos se ha cuidado y preservado con esmero en las mentes y los corazones sabios de los ancianos y los mayores. Estos individuos humildes y amorosos guiarán a cualquiera que busque honesta y sinceramente el camino que conduce a la sombra protectora y a los frutos del Árbol Sagrado.

Me imagino que en el fondo esto quiere decir, entre otras cosas, que todos tenemos esa semilla y por lo tanto la potencialidad de llegar a ser frondosos árboles…. Sólo tenemos que despertarla con la ayuda de los abuelos… Lindo pensamiento.

En los nativos del Sur de América existen los mismos conceptos, también se habla del árbol de la vida. La cultura Inca por ejemplo (que nunca tuvo acceso a la Biblia hasta la llegada de colón), el árbol representa al ser protector, cuya función es la de otorgar un elemento indispensable para la sobrevivencia humana. Es por ello que se pone de manifiesto la asociación entre los árboles y sus ancestros, por lo que muchos de éstos son considerados sagrados y se tornan en oráculos para un constante culto. Esta concepción dio lugar a la fabulosa obra construida en la ladera del río Patacancha, junto al pueblo de Ollantaytambo y que representa la figura de un inmenso árbol de la vida. Lo curioso de esta representación Inca es que su tronco está dividido por el río Patacancha, lo que al mismo tiempo me recuerda a las descripciones del árbol de la vida en el Génesis y Apocalipsis… loco, no?

En Chile, lo mismo, árboles sagrados por doquier. Para los Mapuches por ejemplo, la Araucaria, Pehuén en Mapudungún, venerada por ser el sostén alimenticio más importante, mientras otro árbol sagrado, el Canelo, es usado ancestralmente por las Machis para diversos ritos y sanaciones, además del ser el símbolo de la paz... un estado básico para la sanación y viceversa.

Por algún motivo o casualidad en la Biblia se mencionan asociados al árbol de la vida los cuatro brazos o cuatro ríos, pero el árbol en sí aparece 4 veces: El primero es el árbol de la vida en el paraíso del Jardín de Edén (Génesis, 3:22-24). Este pasó a ser el árbol del conocimiento del bien y del mal (el segundo árbol) de cuyo fruto comieron Adán y Eva, lo que fue causa de la caída (Génesis, 3:4-6, 17-18). Tercero, se hace referencia a la cruz de Jesús como un «árbol», que se vincula con Deuteronomio, 21:22-23: «Si un hombre, reo de delito capital, ha sido ejecutado y lo has colgado de un árbol, no dejarás que su cadáver pase la noche en el árbol; lo enterrarás el mismo día, porque un colgado es una maldición de Dios».

O sea la cruz es el tercer árbol, el árbol de la resurrección, de la vuelta a Dios. El cuarto árbol sería el retorno al paraíso: el árbol de la vida de Dios, «y las hojas del árbol eran para la sanidad de las naciones. Y no habrá más maldición» (Apocalipsis, 22: 1-3).

Así mismo las enseñanzas de los nativos americanos hablan de la Rueda Sagrada: “Así como la raza humana, por ejemplo, hay cuatro razas simbólicas: la roja, la amarilla, la blanca y la negra. La rueda sagrada nos enseña que las cuatro razas simbólicas son todas integrantes de la misma familia humana. Todos son hermanos y hermanas, que viven en la misma Madre Tierra. De ese mismo modo la naturaleza humana tiene cuatro aspectos: lo físico, lo mental, lo afectivo y lo espiritual. Cada uno de estos aspectos se debe desarrollar por igual en una persona sana y equilibrada, usando el poder de la voluntad. La unión de la razas y la unión de los cuatro aspectos de la naturaleza humana nos llevan a la paz."

Cuatro árboles, cuatro ríos, cuatro razas, cuatro aspectos de la vida… coincidencia… meras y puras coincidencias.

martes, 5 de agosto de 2008

El Árbol II parte

Leña, carbón, material de construcción, papel, alimento, aceite, sombra, ornamento, perfume, medicina, fibra, purificador del aire, retenedor de agua, estabilizador de la erosión…. Mil usos para el hombre, mil usos para la naturaleza. El árbol es un ser maestro, es un abuelo sabio. Los seres vivos contemporáneos más viejos son los árboles, sus tiempos no son los nuestros, han vivido más que nosotros y si se lo permitimos también vivirán más. Tal vez por eso y por sus múltiples beneficios han sido venerados por todas, TODAS, las culturas.

Lo que me impresiona del árbol es la mágica y completa forma en la que se relaciona con los elementos y por lo tanto con la naturaleza. La forma en que escudriña la tierra para meter sus raíces profundas en la madre, usando toda su fuerza y sus secretos, la elegante forma en que emerge de ella formando un tronco sólido del cual se desprenden decenas de manos que se extienden al padre cielo. Con esta forma realiza una conversación compleja y constante con la naturaleza: con la tierra obteniendo sus nutrientes y al mismo tiempo fertilizala, fijándo nitrógeno y aportando materia orgánica. Su relación con el aire capturando el CO2, tóxico en grandes volúmenes para todos los animales y devolviendo oxígeno, el compuesto de la vida en el aire, capturando además grandes cantidades de polvo en suspensión en sus hojas que al llover caen nuevamente para incorporarse a la tierra. Su hermosa relación con el agua, sacándola de la tierra pero al mismo tiempo reteniéndola, una hermosa y extraña relación… en efecto, los bosques son los que permiten la existencia del agua y viceversa, una interdependencia que nos ha costado caro de entender, cuando se tala un bosque la consecuencia más inmediata, además de la erosión, es la pérdida de las aguas superficiales y subterráneas. Los bosques son una de las reservas de agua más importantes de la biosfera. Finalmente es la madera la que permite la existencia del fuego, el cuarto y misterioso elemento del cual ya hemos hablado. Ese fuego que nos une y que permite la descomposición del árbol en ceniza, que vuelve a la tierra para dar más vida.

Por si esto no fuera suficiente, los árboles, en particular los más viejos, son centros de biodiversidad. Muchos ingenieros forestales cuando hablan del manejo del bosque, mencionan la tala selectiva del bosque sobremaduro, ya que es el que menos oxígeno produce. Sin embargo, creo que el bosque sobremaduro es el más importante, diverso y sagrado de todos, los abuelos árboles albergan cientos de especies: gusanos barrenadores, coleópteros de caprichosos colores, hormigas gigantes, avispas, lagartijas, picoteadotes carpinteros, pájaros cantores y uno de mis favoritos: los búhos, los extraños seres que miran a los ojos. Los bosques antiguos son los que inspiran historias y mitos alrededor del mundo. ¿Cuánto conocimiento guardarán estos abuelos? ¿Cuántas medicinas?

Definitivamente no soy el primero que se dá cuenta de estos poderes, la presencia del árbol en las religiones es sencillamente abrumadora.

martes, 29 de julio de 2008

El Árbol I parte

El árbol es un ser vivo muy noble, muy notable en la naturaleza… uno de mis favoritos. Uno de los organismos vivientes más antiguos y ciertamente de enorme impacto en el hombre, desde cualquier sentido que se le mire. Me es casi imposible separar de estas palabras mis múltiples imágenes mentales del árbol. Tengo imágenes de árboles memorables en mi vida. Árboles solitarios en potreros que parecen desaparecer en la neblina, enormes Coigües imposibles de abrazar con una familia entera, bosques mágicos de Tepú en Chiloé, Cipreses de las Güaitecas perfumados, Algarrobos heroicos en paisajes desérticos, Palmas Chilenas del mesozoico, Araucarias araucanas cuidando lagos y secretos del sur, plácidos sauces de siesta, frutales dulces como la miel….
Diría que cada etapa de mi vida está relacionada a algún tipo de árbol. De niño vivía en providencia, una casa de dos pisos, bastante fría como la mayoría de las casas antiguas. Recuerdo haberme pasado gran parte de la vida en el jardín de atrás. Ahí comenzaron mis primeros pasos de pequeño naturalista. Había gran diversidad de bichos. Enormes ratas, ratones, caracoles, y largas babosas por doquier. Chanchitos y lombrices de tierra, pestes en los árboles. Era un paraíso además para gorriones y zorzales. En ese jardín comprobé que las hormigas eran picantes, nada peor que sentir el sabor el ácido fórmico en la lengua. Hice muchos experimentos en ese jardín, con las plantas y con los animales que ahí existían. El ser que dominaba ese ecosistema (que a mí me parecía infinito) era un mandarino. En la vida he visto un mandarino tan grande como ese. En parte debe ser por lo pequeño que era yo, pero recuerdo que las mandarinas se guardaban en numerosos sacos, daba dulces frutas como para un regimiento. El mandarino se sentía a sus anchas en ese jardín de ciudad. De alguna manera el mandarino nos brindaba protección y nos alimentaba. Me producía mucha alegría ver en el comienzo del invierno las pelotitas anaranjadas en medio del follaje. Comerse una mandarina en el jardín con el tibio sol de invierno era una experiencia placentera. Ya más grande nos cambiamos a otra casa, estaba adolescente y no sé porqué eso significa el tener que alejarse y esconderse de otros. Un ciruelo me prestaba la mejor de las posiciones, subía a la mansarda, saltaba por la ventana y ponía mis nalgas en las tejas y los pies la canaleta de aguas lluvias. El ciruelo me cubría de cualquier morador, sin embargo desde la altura podía verlo todo. Esa fue mi última casa bajo la protección de mis padres.
El campus de Universidad en el sur me gustó de inmediato. Enormes Eucaliptos, cipreses y variadas coníferas se extendían una veintena de metros hacia el cielo. En los atardeceres, llegaban miles tiuques escandalosamente a dormir, mientras el cielo se teñía de colores irreales. Cuaderno en mano me acostaba sobre el césped con mis amigos viendo el espectáculo, una maraña de voladores buscando los mejores y más altos puestos, en un fondo de colores rojizos y violetas, mientras los gigantes árboles se movían lentamente con el viento. Era fácil quedar hipnotizado, no había materia que le hiciera el peso. En esa época arrendé mi primera casa y planté mis primeros árboles, una criptomelia (pino que se pone rojo en otoño) y un extraño eucalipto de hojas redondas que me encantó por la forma en que las gotas de lluvia quedaban atrapadas, fueron los únicos pinos y eucaliptos que planté en mi vida.... de ahí en más me provocaron rechazo... no por culpa de ellos, sino de la forma en que el hombre los ha utilizado reemplazando al bosque originario. Fue ahí, en Chillán, donde comencé a reconocer los árboles nativos. Me acuerdo de un lleuque en cuya sobra solía descansar en mis excursiones por la precordillera a orillas del río renegado. Recuerdo comer avellanas silvestres luego de ir a ver los cóndores al cerro. También ahí comencé a sentir el rechazo por la industria maderera y por los famosos adinerados pinos y eucaliptos, fui testigo del veloz reemplazo del bosque nativo por esos cultivos de árbol exótico. Vi como los cerros de nirres y robles fueron talados y reemplazados por los ellos. Como desaparecieron las flores de campanitas y copihues de l sotobosque y se cambiaron por un suelo ácido e infértil. Recuerdo las talas y quemas posteriores que dejaban paisajes de holocausto. Al mismo tiempo siempre me asombró el poder de resiliencia del bosque chileno. Aquellos parches de bosque talados pero no reemplazados con pinos, o aquellos que se quemaban, a los pocos años mostraban orgullosos renovales que lo tupían todo.
Ya casado construimos nuestra primera casa. Nos endeudamos para comprar un sitio eriazo fuera de la capital: no había nada… nada excepto un sauce que limitaba con los vecinos. En su sombra hicimos los primeros asados llenos de alegría por la tierra propia. Planté los primeros quillayes, peumos y algarrobos a pala y picota, también los frutales que hoy comienzan a comer mis hijos. Los plante casi todos…. que placer plantar un árbol bien derecho en la tierra!!!…. es hermoso verlo crecer junto a la familia!!!.
Dicen que en la vida hay que hacer tres cosas: plantar un árbol, tener un hijo y escribir un libro. La similitud entre los tres es increíble…. Parece que me queda sólo el libro.

miércoles, 16 de julio de 2008

Diferencias entre los animales y el hombre

Hay varias. Morfólógicamente somos medio extraños creo yo.... el único primate que no tiene pelos en todo el cuerpo es el hombre.... eso es raro... porqué no tenemos más pelos?... que procesos evolutivos darán cuenta de la pérdida del pelaje?.... más aún, porqué la diferencia de pelaje entre macho y hembras en el Homo sapiens? No tenemos pelos pero los necesitamos, debemos usar ropa para cubrir nuestro cuerpo y no tener tanto frío. Hoy por hoy andar desnudos nos provocaría además cáncer a la piel. Sé que la antropología ha tratado muchas veces de explicar al "mono desnudo", pero la verdad aún no me queda claro que parte de nuestra historia hizo que perdiéramos el pelo. Sobretodo en atención que de vez en cuando nacen bebés llenos de pelos debido a genes hereditarios.... serán rastros de nuestra evolución?... probablemente no, pero me dan una idea de como seríamos con pelaje. Se supone que nuestros antecesores tenía mucho más pelo.... porqué lo perdimos si no nos conviene?

El hombre es un omnívoro... al principio recolector y cazador, sin embargo todos los animales que cazan está provistos de poderosas armas: garras o grandes colmillos. Nosotros cazábamos mamuts y no tenemos ningún arma de nacimiento. Esta desventaja resultó tal vez en la mayor de las ventajas, nos forzó a usar la creatividad y fabricar herramientas imitando lo que existe en la naturaleza: lanzas, flechas y navajas hechas de hueso, roca y madera. Es interesante como hasta el día de hoy las culturas originarias usan elementos naturales para fabricar estas armas que no tenemos de nacimiento. En general muchos animales que no tiene armas para defenderse usan el mimetismo, el camuflaje o el grupo como estrategias antipredatorias.... no tenemos nada de eso. Las tribus que aún persisten alejadas de la vida moderna no sólo usan los elementos naturales para cazar sino que se visten con elementos de grandes predadores para que de algún modo tengan el poder o la destreza de ellos. Se colocan plumas y colmillos en el cuello y cabeza, pieles o distintos elementos, no para ser usados en la caza en sí, sino para abstraer el poder de esos animales. Eso es más interesante aún. Asimismo pintan sus cuerpos con intrincados diseños como queriendo suplir esta deficiencia de la evolución en el arte de pasar desapercibido.

La posición erecta es otra de las cualidades de nuestra especie, si bien otros grandes simios usan la posición erecta como Chimpancés, Orangutanes, Bonobos y Gorilas, el hombre la usa en forma constante. Ésto sí que tiene una explicación muy clara, la posición erecta nos permitió cazar de mejor forma y enfretar a los predadores, somos muchísimo más exitosos así. Lamentablemente perdimos nuestra capacidad de andar sobre los árboles, pero en fin , algo teníamos que perder, no?

En general encuentro al hombre físicamente relativamente bien dotado, el hecho de ser bípedo, versátil y ágil le proporcionó grandes dividendos y explotar una gran diversidad de ambientes, además de ciertas ventajas para poder subsistir en un medio en que la competencia no es fácil, un medio para los sobrevivientes. Evidentemente el hombre moderno ha perdido esta versatilidad y agilidad, dando paso a la obesidad y la hipertensión. Pero cuando uno vé a la gente de campo, a viejos que a los 70 años siguien labrando la tierra y cortando leña se puede ver claramente la diferencia... y es que como he dicho antes, la vida de ciudad es artifisiosa, no hemos evolucionado ahí y por lo tanto nuestro cuerpo no responde de la misma manera.

Si hay una parte de nuestro cuerpo notable y admirable son nuestras manos. Creo que ahí sacamos gran ventaja. Nuestras manos son armónicas, finas y fuertes, de una increíble maniobrabilidad cuando las tenemos bien entrenadas. Nuestra pinza producida por el dedo pulgar que se opone al resto es magnífica y somos capaces de realizar un sin número de actividades con ellas. Yo las encuentro hermosas. Las manos hablan mucho de una persona. Me gustan nuestras manos. En contraste parece que los pies olvidaron algo. Son poco flexibles, el pulgar no se opone como en los otros grandes simios.... Esto me recuerda a aquellas personas que pierden las manos o nacieron sin ellas y desarrollan una habilidad con los pies increíble... tal vez es el precio que pagamos por encarcelarlos en zapatos.

Otra cosa muy extraña es la preñez, parición y lactancia (puerperio)... en ese sentido sacamos la peor parte de la evolución. Ésto sí que es raro. Dá la impresión de que fuéramos híbridos entre Antropoides de la Tierra con antropoides de otra Galaxia. Me explico: La hembra humana sufre tremendos cambios físicos durante la preñez (que no voy a detallar), muchísimo más evidente que cualquier otro animal, al punto que los últimas semanas está casi impedida de hacer tareas que vayan más allá de lo cotidiano. El parto es dificultoso, es un evento en muchos casos traumático que requiere de gran atención. La hembra humana difícilmente pare sin ayuda. Hoy, en ciudades, el parto por cesárea es tan frecuenteo como el parto "normal"... "normal" sin contar la anestesia y la episiotomía, lo que requiere tres médicos (gineco-obstetra, anestesista y neonatólogo), una matrona y una arsenalera, además de un lugar tan natural y acogedor como un hospital o clínica... que más freak puede ser eso? Finalmente la lactancia. En los mamíferos hay dos tipos de crías: Altriciales, aquellas que son inmaduras al nacer (como los conejos) y requieren bastos cuidados maternos y Precoces, aquellas que nacen listas para la vida (como las chinchillas). En general las altriciales tienen perídos cortos de gestación, en cambio las precoses períodos largos. En humano es una escepción, somos crías inmaduras con un largo período de gestación (significativamente más largo que los otros grandes simios) y además larga lactancia..... de hecho los cuidados parentales son los más largos de todos los mamíferos... consideramos al adulto cuando tiene 18 años.... ni los elefantes con el récord de 22 meses de gestación tienen la mitad de ese tiempo. La cría humana es extremadamente dependiente. Miestras que las crías de otros grandes simios abrazan activamente a su madre y dan sus primerios pasos en semanas, las nuestras no son capaces de abrazar un peluche en meses!!!.... que puedo decir, nuestra gestación, parición y lactancia son muy raras... aunque no por ello menos hermosas.

Si física y fisiológicamente tenemos diferencias notables, para que decir en nuestro desarrollo intelectual.... no vale la pena ni mencionarlo.... es un abismo. Sólo quisiera mencionar una cosa entre miles: El hombre es el único animal que se resiste a la muerte y le rinde culto a la misma como ningún otro. La muerte nos entristese y apena. Se dice que el hombre es el único animal que agoniza... y que el grupo de alrededor se enluta. En los animales la muerte es parte del ciclo de la vida... así de simple.


Sin embargo, las diferencias más importantes a mi entender, del hombre y su relación con la naturaleza son otras y trataré de ejemplificarlas simplemente... aunque no son simples... he aquí dos de ellas... ambas relacionadas:

1.- El hombre es el único ser vivo en la faz de la tierra que genera basura. Nuestra "caca" es prácticamente intolerable para el sistema. Todos los animales defecan, orinan, rompen vegetación y todos esos "desechos" son reciclados con rapidez, incluso los cadáveres son verdaderos manjares para cientos de organismos. Sin embargo, nuestra caca constituída por plástico, latas y metales demora cientos de años en degradarse. Esa es una diferencia fundamental. Nuestra caca no es consistente con el medio ambiente... es un desecho desconocido para la Tierra que no es capaz de metabolizar. Acá no estoy considerando la cantidad de CO2, CFC, partículas en suspención y otros gases que eliminamos a la atmósfera. Sólo me estoy refiriendo a lo que dejamos en la tierra y el agua. Nuestra basura es extraterrestre (sorry por la insistencia).

2.- El hombre es el único animal que realiza espontáneamente el Arte... la creación. No sé como definirlo. Si bien es cierto que algunos animales pueden hacer algunas obras, en el Hombre es algo muy valorado e innato a cada individuo. Capacidad de disfrutar una converzación, la emoción, el sentimiento, el enamoramiento. El Arte es un modo de comunicación complejo que alimenta una parte muy desarrollada en nuestro cerebro. Es difícil expresar lo que se siente con una obra de arte. El arte es el resultdado de nuestro alto nivel intelectual y desarrollo del lado izquierdo del cerebro. El arte es el reflejo de nuestra propia divinidad y percepción mediante todos los sentidos, concientes e inconcientes. El arte es el resultado de una especie inteligente y creativa, capaz de encontrar soluciones a situaciones complejas, tener ideas iluminadoras y llevarlas a cabo.

Este segundo atributo me dá grandes espeanzas de un mundo mejor. Aún nuestra especie no vuelve a centrar su foco en nuestra relación con la naturaleza, recién estamos dando los pasos más tímidos... somos altriciales también en este sentido. Al momento que estemos de lleno en ésto, lo que seguramente será por necesidad, y tengamos a los grandes artistas, pensadores y gestionadores abocados a nuestra relación con la madre tierra, cualquier cosa puede pasar. Tengo fé en el Humano y su Arte... ojalá lleguemos a tiempo.

sábado, 12 de julio de 2008

Los Cuatro Elementos: IV Parte y Final

En una fogata se mezclan todos los elementos: los frutos de la tierra que son los troncos, los cuales a su vez están constituídos en gran medida de agua, el aire que permite la combustión y el calor inicial que le abre paso al fuego.

La leyenda Mapuche que antecedió a estas líneas es muy semenjante a diversas leyendas alrededor del mundo: desde los indios Huicholes en México hasta los antiguos Griegos (Prometeo: el Dios del fuego). El fuego ha sido y sigue siendo un elemento muy sagrado en prácticamente todas las culturas originarias. Tiene un rol protector supremo.

Es un romántico pensamiento el creer que el fuego es un regalo de Dios que nos permite calentarnos, iluminar en la noche, cocer nuestros alimentos y fundir metales. Pero en realidad no es eso, o más bien, es mucho más que eso. Si bien el fuego como lo tendemos a pensar tiene un gran impacto en nuestro desarrollo (de toda índole), existe fuego mucho más allá de la fogata. Si tenemos una Madre Tierra, también tenemos un Padre: el Sol. La vida es sólo posible mediante la energía que entrega el Sol a la Tierra en todo momento. Es una relación constante entre ellos lo que permite que existamos sus hijos, todas las criaturas vivientes en la tierra. El Sol es un gran fuego que envía sus rayos para que puedan crecer las plantas de las cuales nos alimentamos y nos sirven de sustento biológico y espiritual. El Sol permite, además, que tengamos la temperatura adecuada para que se exprese la vida (como la conocemos) en el tercer planeta de distancia desde el Sol, en los primeros dos es muy caliente y de Marte a Plutón demasiado frío. El fuego esta presente entonces desde antes del origen de la tierra (o sea el papá es más viejo que la mamá), y es el que nos alimenta todos los días.

Pero incluso es más que eso. El fuego también está presente al interior de la tierra. El centro de la tierra es como un sol más pequeño que vemos expresado en los volcanes, géisers y aguas termales. La tierra tiene fuego propio en su interior, tal vez funcionando como un motor. Ésto me recuerda que hay algunos organismos que no dependen del Padre Sol sino del fuego interno de la Tierra. A más de 100 metros de profundidad en el Océano Atlántico se descubrió hace un par de décadas que extrañas criaturas vivían asociadas a fuente hidrotermales, pequeños géisers en el fondo del mar que calientan el agua hasta 400 º C, es decir cientos de extrañas especies viven del fuego interno de la tierra.

A veces es confuso el papel del fuego en la Tierra. En posts anteriores escribía de este poder trasformador que tiene el fuego... la forma que tiene de relacionarse con los elementos para transformarlo todo en ceniza.. que es la descomposición de lo vivo, que vuelve al cielo y a la tierra para ser las partículas más sencillas que formarán la nueva vida. Pero a veces el fuego consume extensas áreas de vegetación y animales provocando un paisaje desolador. No puedo dejar de pensar en las cientos de miles de hectáreas que fueron quemadas en Aysén en incendios que duraron décadas, provocados por el hombre para eliminar el bosque y dar paso a la agricultura y ganadería. El resultado de hoy es una erosión casi incontenible, un cambio en el clima y un paisaje desértico. Tengo fijo en mi cabeza los árboles botados, inmensos troncos quemados de ese debastador incendio de hace más de medio siglo..... Casi no hay animales en ese paraje. Sin tan atrás (aunque qué son 60 años!) lo que ocurre en Chaitén y Llaima también me llama la atención, la lava y ceniza han afectado amplias zonas de bosques maduros. Los procesos de la tierra son a veces difíciles de entender... esto se debe a nuestra corta escala de tiempo en que somos capaces de analizar estos procesos (2º post). Lo que puedo decir es que en el año 1992 recorrí la zona aledaña al volcán Hudson cuando ví por primera vez un Huemul... un evento sublime que se posibilitó por las características del paisaje. Los cercos tenían escasos 40 cm ya que estaban cubiertos de ceniza. Los valles y parte de los bosques renovales habían sido reemplazados por un pavimento de ceniza volcánica dejando un paisaje desolador. 15 años después volví a recorrer esos lugares y no había rastro de la ceniza, todo estaba verde y fértil. Un claro contraste entre lo que sucede con un incendio intencional y lo que ocurre con una erupción volcánica. Tal vez la Madre Tierra tiene sus propias formas de sanarse, sus propios ciclos milenarios que para nuestra fugaz existencia no son del todo comprensibles.

Más allá de ésto me parece muy interesante que tierra tenga su fuego interno, ¿Lo tendremos también nosotros, su hijos?. Pienso que todos los seres vivientes tenemos también nuestro propio fuego interior, y que mientras siga encendido siguimos estando vivos. Si volvemos a la fisiología que tanto me gusta, los mamíferos como nosotros somos endotérmicos, es decir generamos nuestra propia temperatura además de recibir la del Sol. Nuestro metabolismo y el uso de la energia que obtenemos de los alimentos nos permiten generar una gran cantidad de calor. No es casual que midamos a los alimentos en la cantidad de Kilocalorías que nos entregan. Con éstos obtenemos los nutrientes necesarios: proteínas, carbohidratos y lípidos que al ser usados por nuestras células generan calor... nuestro propio fuego interno. O sea que quemamos los alimentos en nuestro fuego interno. Eso, desde el punto de vista metabólico, obviamente. Sin embargo, podemos también hablar del fuego interno como nuestra voluntad, como nuestra forma de ser, nuestro corazón. ¿Cómo es una persona cálida?, ¿A que nos referimos cuando catalogamos a una persona de apasionada?. Me parece que ambos conceptos se relacionan con el fuego interno. Un persona protectora, abrigadora, acojedora debe tener un gran fuego interno. Lo mismo una persona resuelta, decidida, valiente.... fuego.

Volviendo a la fogata inicial. ¿Qué nos pasa cuando vemos el fuego?. ¿Qué hace que se unan las personas en fogata frente al mar cantando canciones de Sui Generis o en una ceremonia tradicional?. ¿Por qué la mayoría de nosotros nos quedamos mirando el fuego en forma reflexiva? Al menos yo puedo mirar el fuego por horas, me da una sensación de bienestar, y como a muchos me hace entrar como en un trance especial, usualmente me quedo callado y pensativo... tengo una sensación de placer. ¿Será que nuestro fuego interno se comunica de algún modo con el fuego de la Madre Tierra y el Padre Sol?

miércoles, 9 de julio de 2008

Los Cuatro Elementos: III Parte y Media

Como preámbulo al fuego escogí esta leyenda mapuche:

LOS DIOSES DE LA LUZ

Antes de que los Mapuches descubrieran cómo hacer el fuego, vivían en grutas de la montaña a las que llamaban "casas de piedra". Temerosos de las erupciones volcánicas y de los cataclismos, sus dioses y sus demonios eran luminosos. Entre estos, el poderoso Cheruve. Cuando se enojaba, llovían piedras y ríos de lava. A veces el Cheruve caía del cielo en forma de aerolito.

Los Mapuches creían que sus antepasados revivían en la bóveda del cielo nocturno. Cada estrella era un antiguo abuelo iluminado que cazaba avestruces entre las galaxias.

El Sol y la Luna daban vida a la Tierra como dioses buenos. Los llamaban Padre y Madre. Cada vez que salía el Sol, los saludaban. La Luna, al parecer cada veintiocho días, dividía el tiempo en meses.

Al no tener fuego, porque no sabían encenderlo, devoraban crudos sus alimentos; para abrigarse en tiempo frío, se apiñaban en las noches con sus animales, perros salvajes y llamas que habían domesticado. Tenían horror a la oscuridad, era sigo de enfermedad y muerte. Se imaginaban cosas terribles.

En una de esas grutas vivía una familia: Caleu, el padre, Mallén, la madre y Licán, la hijita. Una noche, Caleu se atrevió a mirar el cielo de sus antepasados y vio un signo nuevo, extraño, en el poniente: una enorme estrella con una cabellera dorada. Preocupado, no dijo nada a su mujer y tampoco a los indios que vivían en las grutas cercanas.

Aquella luz celestial se parecía a la de los volcanes, ¿traería desgracias?, ¿quemaría los bosques?. Aunque Caleu guardó silencio, no tardaron en verla los demás indios. Hicieron reuniones para discutir qué podría significar el hermosos signo del cielo. Decidieron vigilar por turno junto a sus grutas.

El verano estaba llegando a su fin y las mujeres subieron una mañana muy temprano a buscar frutos de los bosques para tener comida en el tiempo frío. Mallén y su hijita Licán treparon también a la montaña.
-Traeremos piñones dorados y avellanas rojas -dijo Mallén.
-Traeremos raíces y pepinos del copihue -agregó Licán
La niña acompañó otras veces a su madre en estas excursiones y se sentía feliz.
-Vuelvan antes de que caiga la noche -les advirtió Caleu.
-Si nos sorprende la noche, nos refugiaremos en una gruta que hay allá arriba, en los bosques -lo tranquilizó Mallén.
Las mujeres llevaban canastos tejidos con enredaderas. Parecía una procesión de choroyes, conversando y riendo todo el camino.

Allá arriba había gigantescas araucarias que dejaban caer lluvias de piñones. Y los avellanos lucían sus frutas redondas, pequeñas, rojas unas, color violeta y negras otras, según iban madurando. No supieron cómo pasaron las horas. El Sol empezó a bajar y cuando se dieron cuenta, estaba por ocultarse. Asustadas, las mujeres se echaron los canastos a la espalda y tomaron a sus niños de la mano.
-¡Bajemos, bajemos! -se gritaban unas a otras.
-No tendremos tiempo. Nos pillará la noche y en la oscuridad nos perderemos para siempre -advirtió Mallén.
-¿Qué haremos entonces? -dijo la abuela Collalla, que no por ser la más vieja, era la más valiente.
-Yo sé donde hay una gruta por aquí cerca, no tenga miedo, abuela -dijo Mallén.
Guió a las mujeres con sus niños por un sendero rocoso. Sin embargo, al llegar a la gruta, ya era de noche. Vieron en el cielo del poniente la gran estrella con su cola dorada.
La abuela Collalla se asustó mucho. -Esa estrella nos trae un mensaje de nuestros antepasados que viven en la bóveda del cielo -exclamó.
Licán se aferró a las faldas de su madre y lo mismo hicieron los demás niños.
-Vamos, entremos a la gruta y dormiremos bien juntas para que se nos pase el miedo -dijo Mallén.
-Eso sería lo mejor, murmuró Collalla, temblorosa.
Ella conocía viejas historias, había visto reventarse volcanes, derrumbarse montañas, inundaciones, incendios de bosques enteros. No bien entraron a la gruta, un profundo ruido subterráneo las hizo abrazarse invocando al Sol y la Luna, sus espíritus protectores. Al ruido siguió un espantoso temblor que hizo caer cascajos del techo de la gruta. El grupo se arrinconó, aterrorizado. Cuando pasó el terremoto, la montaña siguió estremeciéndose como el cuerpo de un animal nervioso.

Las mujeres palparon a sus hijos. Nadie estaba herido. Respiraron un poco y miraron hacia las boca blanquecina de la gruta: por delante de ella cayó una lluvia de piedras que al chocar echaban chispas.
-¡Miren! -gritó Collalla. ¡Piedras de luz! Nuestros antepasados nos mandan este regalo.
Cómo luciérnagas de un instante, las piedras rodaron cerro abajo y con sus chispas encendieron un enorme coihue seco que se erguía al fondo de una quebrada. El fuego iluminó la noche y las mujeres se tranquilizaron al ver la luz.
-La estrella con su espíritu protector mandó el fuego para que no tengamos miedo -dijo la abuela Collalla riendo. Niños y mujeres también rieron, aplaudiendo el fuego. El grupo silencioso contempló las llamas como si fuera el mismo Padre Sol que hubiera venido a acompañarlas. Se sentaron junto a la gruta, oyendo crepitar las llamas como música desconocida. Al rato, llegaron los hombres desafiando las tinieblas por buscar a sus niños y mujeres. Caleu se acercó al incendio y cogió una llama ardiente; los otros lo imitaron y una procesión centelleante bajó de los cerros hasta sus casas. Por el camino iban encendiendo otras ramas para guiarse.

Al otro día, oyendo el relato de las piedras que lanzaban chispas, los indios subieron a recogerlas y al frotarlas junto a ramas secas, lograron encender pequeñas fogatas. Habían descubierto el pedernal. Habían descubierto cómo hacer el fuego. Desde entonces, los Mapuches tuvieron fuego para alumbrar sus noches, calentarse y cocer sus alimentos.