miércoles, 22 de septiembre de 2010

Sueño

Cada uno, en su sueño, ve lo que quiere ver. En la proyección diaria del sueño uno elige interpretar lo que más le acomode. Cada uno construye su sueño en base al sueño general de la humanidad. El ego se hace cargo del rol que más le gusta. El sueño central te indica que soñar y cada ego le tiñe el color que quiere. Las situaciones que mi ego ve de un color, tu ego elige verlas de otro. Al sueño general de la humanidad le gusta que el ego gobierne el color de los sueños, lo estimula y lo hace crecer. Es la ilusión humana.

Cada uno ve lo que quiere ver, cada uno elige el rol de víctima o súper héroe, la alegría o la pena, el éxito o el fracaso. Lo que para mi ego es positivo para el tuyo es negativo. Tu ego puede necesitar el fracaso para justificar su rol de víctima, o bien el éxito para justificar su rol de héroe, siempre como protagonista.

Estamos en un sueño..... el sueño de la humanidad en el ego.

Al menos podemos elegir como soñar!, al menos podemos elegir el color de la proyección!
y a veces, como un regalo, despertamos a la conciencia, nos damos cuenta de la pureza y divinidad de la vida, nos sentimos parte del todo y no el protagonista.... para luego volver al sueño de la humanidad.

domingo, 5 de septiembre de 2010

Atacama (versión completa 1º ed.)



De los lugares más hermosos, más energéticos, más sagrados que he tenido la suerte en conocer, el que más me gusta es el Salar de Atacama. Ahora que escribo estas palabras me parece que debiese cambiar el tiempo de mi sentencia de presente a pasado, sin embargo me niego a hacerlo, sigue siendo un lugar maravilloso e increíble…. a pesar del daño que se le ha hecho. La historia es o fue más o menos así:El salar de Atacama es generoso y mágico, sus cerros y volcanes tocan el cielo, muchos de ellos superando los 6.000 metros por sobre el mar. Entre ellos, el viejo volcán Lascar, el poderoso Llullaillaco y el joven y hermoso Licancabur son los encargados de proteger el valle. Las quebradas son profundas y generosas en agua. Los ríos serpentean y acarician la corteza terrestre, tomando de ella sus nutrientes. No sólo sobre la tierra sino también bajo ella corren los ríos, llevando el agua de los hielos eternos mágicamente al productivo valle.

Las aves se alimentan en lo dulce y lo salado, la lluvia era copiosa en el verano, llenando las reservas subterráneas y equilibrando las lagunas salinas. El Sol gobierna desde lo alto del salar, haciendo que las plantas y microorganismos crezcan y con esto también los organismos mayores, decenas de especies de pequeños peces en los ríos cumbrereros, anfibios y reptiles muy especiales que sólo viven en este lugar. La mayor diversidad se expresó en las aves: playeros, chorlitos, wallatas y caprichosos catíes se refugian en los canales y lagunas. Entre ellas la más hermosa de todas aves: El Flamenco. Hijo del Sol del atardecer y del agua de la Madre Tierra, como verdaderas lenguas de fuego, viven y se reproducen en el Salar de Atacama. El cortejo del flamenco no tiene comparación, elegantemente danza con sus patas sacudiendo el agua y su cabeza apuntando al cielo, uniendo el Sol con la Tierra y la Tierra con el Sol.
En el flamenco se unen todos los elementos: tierra con la cual hace sus nidos, agua donde come y danza, aire donde vuela y fuego en su hermoso plumaje.
No sólo aves habitan este magnífico lugar. Los zorros y los Pumas mantienen el equilibrio de la vida, controlando a la vizcacha, la alpaca, la llama y la vicuña, fino camélido cuya hebra dorada es la más fina del mundo.Este ecosistema también tiene sus guardianes: los humanos, una antigua comunidad ancestral llamada Lican Antay ha protegido por siglos el corazón del desierto más árido del mundo, el salar de Atacama. Los Licanantay vivían en los fértiles valles, venerando la vida, respetando a la Madre Tierra, cultivando el cereal y cuidando las manadas de alpacas y llamas.No se sabe cuanto tiempo vivieron los Licanantay en armonía con el Salar de Atacama, pero si se sabe que varias civilizaciones pasaron por ahí, sin provocar daño alguno en tan hermoso y equilibrado lugar. Poco antes que los Españoles, los Incas se detuvieron en Atacama y se dieron cuenta del poder y sacralidad que tenía, casi no dejaron rastro, un fino y bien ubicado pucará de Quitor da cuenta de la presencia de esta civilización. A diferencia del Español, no mataron ni invadieron a los Licanantay, pero sí transfirieron su conocimiento, dejaron la coca, ritos de pago a la tierra y el cultivo en terrazas de la quinoa. El choque con los españoles fue distinto, frontal y sangriento, como en toda América Latina, con la espada y la cruz modificó las creencias y costumbres de los nativos, o te convertías o morías, no había mucha opción. Pero no fuimos sino nosotros, los mestizos modernos, quienes les quitamos la memoria.

Hoy, con la ansiedad por extraer el mineral, comenzamos a sacar copiosamente los tesoros de la Madre Tierra. La codicia por el metal rojo no tiene límites y sale a raudales del altiplano, y con esta industria, el desarrollo de poblados modernos y la cultura occidental. Fuimos nosotros los que cambiamos la historia de los Licanantay, quienes los desvinculamos del salar, de los cerros, de las tradiciones, de los espíritus. Con la industria del cobre desarrollamos ciudades feas y sucias, llenas de artefactos, pero vacías de humanidad. Los indígenas, obnubilados por nuestra tecnología, dejaron los pueblos altiplánicos para meterse en la urbe y servir como obreros baratos. Cambiaron las construcciones de barro y coirón por el hacinamiento en suburbios o incluso la indigencia. Cambiaron los vestidos de fibra de vicuña y alpaca por la fibra sintética fabricada en la China. Cambiaron la vista las lagunas y volcanes por la vista a los basureros y malls. Los ritos de pago a la Madre Tierra por salidas nocturnas embriagadas de alcohol y reggeton. El uso medicinal y sagrado de la coca por la pasta base en las calles lúgubres.

Pero no fue sino hasta hace pocos años que llegamos hasta el corazón mismo del desierto: En los 70's llegaron las primeras escuelas a San Pedro de Atacama, pero junto con esto se prohibió por ley hablar o enseñar Cunza, lengua originaria de los Licanantay. Hacer rituales era mal visto, pagos a la tierra poco serios. Se hacía necesario resetearlos, chilenizarlos. Por otro lado el lugar era riquísimo, fértil, con gran cantidad de agua, con gran cantidad de mineral.

Debido a su alto valor científico y turístico el Gobierno de Chile declara un sector de Atacama como Reserva Nacional (1990) y le pone por nombre "Los Flamencos". Este decreto tenía por objeto proteger el lugar a mismo tiempo que lo declara de "interés" científico minero. Esta reserva tiene una belleza, diversidad y abundancia única. Una de las primeras medidas de protección del salar impuestas por nosotros, los mestizos, fue controlar el "daño" de los Licanantay hacia los flamencos: Por siglos y siglos, como uno de sus principales rituales, los Licanantay recolectaban huevos de flamenco, una vez al año, siguiendo las indicaciones de los abuelos sabios, elegían los lugares, fechas y formas de recolectar huevos. Por todos esos siglos nunca esta ritualidad había afectada la población de flamencos, pero desde ese momento se consideró un atentado a la ecología. Ahora sabemos que si se pierde un huevo en las primeras semanas de incubación los flamencos colocan otro, incluso hasta 6 veces si es necesario, de modo que este ritual nunca afectó la reproducción de la especie.La autoridad, escandalizada por esta agresión a los flamencos, prohibió para siempre esta ceremonia ancestral, para así ayudar a la conservación de estas hermosas aves. Pasaron algunos años y esa misma autoridad autorizó la exploración del salar en búsqueda de petróleo. Al Salar tiene varios tesoros, y efectivamente encontraron petróleo, pero, afortunadamente, no de la calidad (antigüedad) que nos sirve para encender los motores. La cicatriz de esta exploración fue profunda: una grilla de caminos de miles de hectáreas. Convirtieron el mar costroso de sal de Atacama, en un cuaderno cuadriculado.

El verdadero tesoro del salar de Atacama no es el petróleo ni el metal rojo, sino el agua, fuente de toda la vida en el lugar. Los Licanantay tienen una veneración al agua como ningún otro pueblo y no sólo eso, un entendimiento muy acabado de su balance, saben que se relacionan con los cerros, con los ciclos y por eso mismo es un recurso que siempre han cuidado. Las obras hidráulicas de los Licanantay son magnificas, hechas de piedra, se confunden con el entorno.Pero con los buscadores del oro negro no se acabó la historia, ya que el cobre es otro de los tesoros que busca el hombre moderno, abundante en los cerros de Atacama. Junto con horadar los cerros, la industria minera hace un uso desmedido, loco e inconciente del agua, no sólo para el procesamiento, sino para el arrastre del material al puerto.... quien tiene cobre y agua, tiene dos minas.

(¿Sabes cuanto cuesta el agua en el desierto más árido del mundo?: para una minera, nada)
Las exploraciones de petróleo se cambiaron por explotaciones de mineral y sobretodo por la construcción de pozos para la extracción de agua salada y dulce. Más de 150 pozos se encuentran dispersos en todo el salar..... (Habrá alguien viendo el medidor?)

Hoy ni tú, ni yo, ni el Licanantay pueden caminar por esos parajes, barreras con candado de uso exclusivo de la minera impiden el paso de todos los que no sean de la faena…. ¿Qué está protegiendo la Reserva Los Flamencos?

Ya no hay invierno boliviano, ya no llueve como antaño. No soy un experto en climatología, pero claramente sacar más de mil litros por minuto permanentemente afecta un equilibrio en un lugar árido. Al mismo tiempo las lagunas de menor extensión producen menos evaporación y por lo tanto menos pluviosidad, resultando en un círculo vicioso: el ciclo de la muerte.


Los niveles de las lagunas son más bajos y muchas de ellas ya se han secado.
Las nidificaciones quedaron desprotegidas ya que están rodeadas de caminos. Además muchos nidos ya no están rodeados por agua (barrera anti-predatoria natural), ya que los niveles de las lagunas han bajado, permitiendo un acceso fácil al zorro. No es culpa del controlador, sino de la modificación del ambiente, la intervención de la interacción entre el predador y su presa, lo que ha provocado este desequilibrio.


No se ha registrado reproducción de flamencos en los últimos años. Similar panorama ha ocurrido para las otras aves. También las vicuñas se han ido a buscar nuevos pastizales y con ella el Suri y el Puma.

La autoridad, la minera y varios asesores científicos dirán que los ciclos de abundancia y disminución son largos y no se puede evaluar la situación por la falta de reproducción en un par de periodos, y tienen razón. Pero lo que nadie dice es que el paisaje ha sido cambiado para siempre, ha sido invadido de caminos y pozos profundos. Que la lluvia ya no cae copiosa en verano, que las lagunas se han secado o disminuido de tamaño, producto justamente de la falta de lluvia y la alocada extracción de ella.
No es casual entonces, que el flamenco y el Licanantay se vean menos por los especiales paisajes del Salar de Atacama.
Ahora el nativo ya no camina por el salar, hay barreras con candados que se lo impiden, sin embargo es de libre acceso para la faena. Junto con esto dejó de vivir de la tierra y cultivar sus tradiciones para trabajar de obrero a las mismas empresas que le prohíben el paso, otro círculo vicioso. Los fines de semana van al mall y comen Mc Donald mientras se endeuda para comprar ropa americana. Lejos quedó la veneración por la fibra de alpaca y vicuña. Con suerte vive en suburbios DFL2, apiñados, y deja de ver a su familia 11x9 o bien 7x3 dependiendo del turno que le asignen.Se está acabando el agua, los Flamencos, las Vicuñas, los Pumas, los Licanantay.Pero un lugar tan sagrado esconde sus secretos. Aún queda la esperanza en la memoria de los ancianos, en el espíritu de los animales, en el corazón de la montaña..... una semilla esperando germinar… en personas como tú.