lunes, 15 de diciembre de 2008

Medicinas de la Tierra III

Las plantas medicinales son concretas, existen y tienen efectos beneficiosos. Es el regalo del cual escribía. Jesús, un gran maestro, era también una medicina. En los milagros de Jesús, usaba elementos de la naturaleza, como el barro para sanar a un ciego de nacimiento. También imponía las manos, usando la energía propia o la de universo o la de Dios... no lo sé. Lo que si sé es que exite una estrecha realción entre las medicinas y las personas que las ocupan. Yo, por ejemplo ,no sé como alguien se puede sanar de algo a través de aromaterapia, magnetos u otras técnicas en las cuales tengo muchas dudas. Sin embargo, sé que tiene un efecto beneficioso en varias personas. Es decir, yo no podría usar esas medicinas para mí o para otra persona, sin embargo si puedo ocupar otras técnicas y otras medicinas más convencionales con resultados positivos. En otras palabras, puedo reconocer que existe una relación, una dinámica, entre el enfermo, la medicina y la persona que la entrega. Los tratamientos que doy a mis pacientes (animales) pueden ser no muy efectivos cuando los da otro colega y viceversa. En mi caso yo establezco una relación con los pacientes (animales) y sus dueños (si los tienen). Una misma enfermedad puede tener distintos tratamientos dependiendo del ejemplar, los dueños y las condiciones. Del mismo modo tratamientos existosos aplicados por colegas, me pueden ser no muy satisfactorios cuando los uso yo. Esta relación paciente - medicinas - terapéuta es bien especial y dinámica.
Pienso además que hay personas que son medicina en sí, tienen un poco de Jesús. Las personas pueden ser las medicinas y pueden valerse de diversas herramientas para sanar. Para ejemplificar ésto en algo a todos nos toca, puedo mencionar la relación madre/hijo (a). Cuando mis hijos se enferman, en especial cuando era pequeños y tenían fiebre, sus signos y en particular el llanto se aplacaba en los brazos de su madre. De pequeño recuerdo la mano fría de mi mamá cuando volaba en fiebre, me sentía inmediatamente mejor. Hay muchos ejemplos de doctores o terapéutas que más que más conocimiento, tiene "buena mano", un buen instinto, que los ayuda a tener mejores resultados.
No es raro que las personas puedan ser medicinas, después de todo no somos más que hijos de la misma tierra.

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