domingo, 7 de diciembre de 2008

Las medicinas de la Tierra II

En efecto es curioso que existan medicinas. No tiene lógica en verdad. En un mundo donde todas las especies compiten por sobrevivir, en donde existen reguladores por doquier, hay una mágica solución para las enfermadades de animales y el hombre. Es cómo si existiera una planta que evite la presencia del predador. Una gacela en la sabana africana está permanentemente acechada por sus predadores: Leones, guepardos y leopardos son sus reguladores. Lo mismo que las enfermedades: golpes, parásitos y tuberculosis también la regulan, sin embargo hay medicinas que pueden ayudar en esos casos. Se sabe que muchos animales comen naturalmente medicinas, los guacamayos, por ejemplo, comen un tipo muy especial de barro que los protege de tóxicos, vuelan diariamente varios kilómetros sólo para tomar su medicina. Muchos animales se sumergen en barro para desprenderse de sus parásitos, así como otros comen ciertas plantas cuando tiene dolor abodominal. Muchos lo hacen pero si un animal se caracteriza por tomar medicina desde tiempos remotos es el ser humano, para que decir el hombre moderno, depende tanto de medinas y medicamentos como de los propios alimentos. El consumo desproporcionado de diversos fármacos es otro signo de nuestro desequilibrio.

No tiene sentido que una planta se vuelva medicinal ya que propicia su propio consumo. La planta no sabe que puede ser cultivada por los interesados, por lo que el tener un efecto benéfico en sus consumidores es otra paradoja.

Esto sólo quiere decir que las medicinas son un regalo: Aloe, matico, coca, ruda, pacifora, canela, cardo, endivia, chachacoma, y miles de plantas que curan enfermedades en distintos niveles, la mayoría ni sospecho como son, nunca podría aprenderme todos los nombres, es una lista interminable. Comercialmente casi no exite medicamento que no venga de una planta, o imite un componente de ésta.

Esta enorme opción de medicinas me hace pensar en lo importante de la biodiveridad. En relación a los alimentos, por ejemplo, a las plantas que comemos, la realidad es patética. Se cree que existen unas 2o,000 plantas que el hombre algunas vez ha consumido, de éstas solo se han cultivado 2,000 alguna vez. En la actualidad, hay 5 que representan el 50% del mercado. Esto quiere decir que nos olvidamos de comer la mayoría de las plantas que nos sirven para subsistir, para desarrollar industrialmente la producción de un puñado de ellas. No voy a referirme a la alimentación hoy, aunque es un tremendo tema. Sólo quiero explicitar, que hemos perdido un tremendo potencial en nutrición, eso sin contar con el daño al ecosistema y pérdida del medio ambiente que las van agotando al unísono: Ignorancia y consumismo... mala combinación.

¿Cuantas plantas medicinales se han perdido por causa de la ignoracia?, ¿Cuantos secretos de la tierra se han perdido con conocimientos ansestrales que fueron masacrados por el hombre moderno? Sin duda nos hemos perdido, y estamos perdiendo, de un gran potencial medicinal. Tal vez la cura contra el SIDA, cáncer, hipertensión y depresión pasó por nuestros ojos incrédulos a la forma de una enredadera cuidada por una tribu perdida en la mitad de la nada. Tal vez nuestra vida sería mejor con esas medicinas y con el conocimiento que se tenía de ellas.

Sólo puedo agradecer, como regalo que son, su existencia, su Presencia en nuestras vidas y el Misterio que las puso en nuestro camino.

No hay comentarios: