domingo, 6 de julio de 2008

Los Cuatro Elementos: III Parte

Estoy fumando tabaco en una pipa, el humo que sale de mi boca hace sorprendentes y extrañas formas que están mágicamente suspedidas... las podría mirar por horas... se mueven caprichosamente como si estuvieran vivas: giran, suben y vuelven a bajar.... tomo conciencia de la existencia del aire. El aire es la prueba más clara de algo que no vemos pero que claramente existe. Podemos sentir el viento en la cara, puede destrozarnos la casa, pero no lo vemos, mas aún existe y somos capaces de medirlo. Deben haber miles de cosas que no vemos, no somos capaces de medir, pero que claramente exiten, todas pertencientes a la Naturaleza de la cual hablamos.

Esto me recuerda en la época Universitaria me dió por estudiar las vocalizaciones de los lobos marinos. La comunicación auditiva que acompañaba cada conducta... en el fondo la conversación entre los lobos marinos. Me pasaba horas y días observándolos y grabándolos con un micrófono uni-direccional. Viaja de Chillán a un faro en Punta Hualpén donde los lobos estaban relativamente protegidos por la marina que cuidaba un faro en cuyos pies había un roquerío que albergaba a decenas o cientos de lobos marinos. Digo relativamente protegidos porque aparecían de vez en cuando lobos muertos desprovistos de su pieles. Una vez recopilaba las vocalizaciones en un cassette común y corriente por esos tiempo (ahora los cassettes están como en Peligro de Extinción) los llevaba al laboratorio de Linguística en la Universidad de Concepción y los analizaba en un Sonografo digítal, última tecnología en ese momento, y se graficaban en frecuencia e intensidad cada una de las vocalizaciones. Mi primera sorpresa fué descubrir que una vocalización está conformada por entre 3 a 8 acordes o voces, varios de los cuales no son audibles por el ser humano. ¿Qué necesidad tiene los lobos marinos de emitir señales que son no inaudibles para nosotros y probablemente tampoco para ellos?... un misterio aún sin resolver.

¿Qué es la vocalización?: aire que pasa por nuestro cuerpo para comunicarnos en un medio que también es aire. La voz es aire que suena dentro del aire. Todo lo que escuchamos se relaciona con el aire... así de simple: una discusión, una charla, una sinfonía... formas es percibir o escuchar el aire.

En efecto, el aire tiene muchos efectos en la vida: nos protege de las radiaciones cósmicas que haría imposible la existencia de seres en el planeta. El aire provee el oxígeno necesario para que podamos usar cualquier fuente de energía dentro y fuera de nuestro cuerpo y recibe el dióxido de carbono que sale de este proceso. Pero el Aire también permite que organismos sociales se puedan comunicar, puedan conversar. Los mamíferos a través de las cuerdas vocales que están en la laringe. Más increíble debo decir es el hecho de que los animales que son los maestros del aire, tengan un órgano más sofisticado para comunicarse a través de mismo aire: la siringe. Las siringe es un órgano especial ubicado en la bifuración de los bronquios principales que le permite generar una gran diversidad de sonidos a las aves y además amplificarlo... será coincidencia?... o tal vez la relación de las aves con el aire va más allá del vuelo?. Cuando escucho a una tenca con su repertorio, me es casi imposible distingir la diversidad de tonos... es una maestra en este tipo de comunicación.

En un congreso donde presenté en aquel entonces el trabajo en los lobos marinos, un profesor de la Universidad de Playa ancha presentó otro similar en chincoles, y llegó a la conclusión de que si bien los chincoles tienen un lenguaje en común, también tienen dialectos y acentos de acuerdo al lugar donde viven..... es decir que las aves no sólo son los maestros del vuelo, sino también de la comunicación mediante el sonido.... del aire que pasa por su cuerpo.... muy interesante sin duda.

Nuestra comunicación humana se basa en gran medida en el habla... somos seres de habla según Vila y Maturana. Ésto provoca algunas distorciones en la comunicación. Pero más allá de ésto, no tomamos conciencia de que el habla es aire que pasa por nuestros pulmones, llega a todo nuestro organismo, y que la ser regresado (al aire) emite el sonido que nos permite comunicarnos. Es como si el aire recogiera todo lo que está en nuestro ser y al ser expulsado de vuelta viniera con la información. Tal vez si consideramos ésto más frecuentemente respiraríamos más profundo y concientemente antes de hablar. Estoy seguro de que este acto mejoraría nuestra comunicación. El aire es entonces, de alguna manera, lo que nos reune y comunica.

Evidentemente que la vida en la tierra es posible gracias a esta atmósfera que nos dá el aire y a la presencia de oxígeno en él. Pero el aire tiene otros efectos en nosotros. Ya mencioné los positivos efectos que tiene en nuestra mente (y yo creo que espíritu) escuchar del aire sobre el follaje, escuchar el viento me transporta, me apacigüa, a quién no?, es como si nos conversara.

Estoy seguro de que tendremos otra pre-emergencia ambiental pronto y nos ponemos felicez cuando mejore la ventilación en la cuenca de Santiago porque el aire fresco permitirá que muchos de nuestro niños y abuelos pueda mejorarse de la intoxicación que significa respirar nuestra propia basura.

Que delicia ir a la playa y sentir y saborear la brisa marina, que es la conjugación de aire con agua y tierra (la sal). Olfatear la fragancia de la cordillera... oler un flor... El olfato es otra forma de percibir el aire. Sólo en presencia de aire se puede oler..... o sea la aromateripia por ejemplo, no es más que agregar escencias al aire que entra a nuestro cuerpo. Esto quiere decir que el aire es una sustancia invisible que interactua con los otros elementos de la Naturaleza para provocar diversos e insospechados efectos.

Aire que respiramos, aire que oímos, aire olemos, aire que probamos.

Finalmente el aire tiene otro efecto poderoso en la Natureleza y ciertamente en el Hombre: sólo en presencia de aire puede aparecer el fuego.

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