martes, 1 de julio de 2008

Los Cuatro Elementos: II Parte

Algo que es inherente a los elementos es la presencia de ciclos, la trasformación. Todo en la naturaleza se expresa en ciclos…. Y los ciclos son la forma en que los elementos cobran vida. En la tierra, como mencioné en los párrafos anteriores, todo se transforma. Misma cosa con los demás elementos. En la vida también hay etapas, cuatro bien marcadas, igual que los elementos, igual que las estaciones. Se me ocurre que la niñez es como el invierno, es donde se prepara la tierra, donde llegan las enseñanzas como la lluvia toca la tierra, la adolescencia como la primavera, aparecen los amores, los sueños que aún no son realidad y las flores en botón, la adultez es como el verano, aparecen los frutos, se hacen realidad los proyectos y la vejez es como el otoño, el momento perfecto para pensar. Estas cuatro etapas de la vida son muy importantes, todas igualmente importante… es necesario que lluevan muchas enseñanzas en la niñez, que existan muchos sueños en la adolescencia, hacer muchos proyectos y educar bien a tus hijos en la adultez y mucha reflexión y compartir la sabiduría cuando viejos. Del mismo modo estas etapas están muy presentes en cada año de nuestra vida, gracias a Dios tenemos estaciones bien marcadas que nos permiten vivir esas etapas todos los años… y de alguna manera todos los días: mañana, medio día, tarde y noche. Al menos yo cuando más reflexiono más en la noche. No todos lo viven igual pero estoy seguro que todos tenemos etapas en el día. Ciclos y más ciclos. Se me ocurre que la niñez se relaciona con el agua, la adolescencia como el viento, la adultez la tierra y la vejez como el fuego…. Curioso, no? En fin, pueden diferir de mis comparaciones y yo mismo puedo cambiarlas mañana… claro, porque todo es cíclico.

Continuando con los elementos: el agua, por ejemplo, pasa de gas (vapor de agua) a sólido (granizo y nieve) y a líquido en una conversación permanente entre el cielo y la tierra. En el aire se produce un intercambio constante de gases, CO2 a Oxígeno y vice-versa cuando éste se ve enfrentado a los seres vivos pegados a la tierra. En el aire se producen corrientes, columnas invisibles... y por estos días cuando las columnas no se mueven nos preocupamos y colocamos a la ciudad en pre-emergencia. El más llamativo de los elementos para mí por estos días es el fuego. Lo que toca lo transforma en ceniza, que no es más que la descomposición de la vida en minerales, que retornan a la tierra para volver a ser parte de la vida. Ciclos que nunca terminan. Ciclos que se relacionan con otros ciclos como una tela de araña infinita. Los ciclos de los elementos químicos están presentes en Tierra, Aire, Agua y Fuego. El ciclo del Carbono y Nitrógeno son fundamentales para la vida, y por lo tanto muy estudiados. Hablar de ciclos es hablar de los elementos de la vida, irremediablemente.

En fin, no voy a dar más vueltas (o ciclos)… voy a hablar del Agua. Me es difícil hablar del agua en términos objetivos. Como que estoy medio enamorado del agua… es femenina, es dulce. El agua es hermosa, es linda, cristalina, sabrosa y al mismo tiempo insípida. Sé que parece que me volví loco, pero es que así somos los enamorados. He llegado a pensar, en esta locura de que la tierra está viva, que el agua es como la sangre de la madre tierra, y que los ríos son grandes vasos sanguíneos. El agua recorre la superficie pero también se mete dentro de la tierra… ya estoy hablando de la tierra otra vez. …

Cuando uno de mis hijos se cae o llora instintivamente les pongo agua… y mágicamente dejan de llorar. El agua es la maestra de las medicinas. Lo primero que se hace al internar una persona enferma a un hospital es colocar un suero… que no es otra cosa que agua en bolsa que colocamos dentro de nuestra sangre… agua otra vez. Si nuestros hijos están resfriados lo primero que recomienda el médico es que tomen mucha agua. El agua sana y limpia nuestro cuerpo.¿O será porque como somos 80% agua tenemos tanta afinidad por ella?... Dentro del útero nuestra mamá estamos en un bolsa de agua, el amnios, que debe ser el lugar más seguro del mundo… pasamos nuestros primeros meses sumergidos en esa agua de vida.

Voy a seguir con la locura, afortunadamente no le dado la dirección de este blog a muchos: ¡que agradable es escuchar un río!, no? , que dulzura el sonido de la lluvia sobre la tierra y el olor de la hierba cuando está mojada. Que fuerte se siente en el pecho una cascada. Tuve la suerte de estar en Foz de Iguazú y me metí en una pasarela que llega justo debajo del ojo del diablo, un sector conocido por lo peligroso. No pude sacarme la sonrisa por varios minutos. Sentí mi pecho lleno de energía y no me importó quedar mojado como sapo…. Y es que eso tiene el agua, la capacidad de llegar a todas partes.

Bañarse en el mar es otra experiencia que me llena de energía, a todos creo yo. ¿Por qué? Los efectos del agua son poderosos en el hombre desde siempre y para siempre. Es claro que necesitamos del agua para vivir y para que funcione nuestro cuerpo (que es agua que necesita siempre más agua). ¿Tendrá otros efectos más allá de la fisiología?

Si volvemos a las culturas originarias les cuento que me sorprendió la cultura Yumbo, a unas dos horas de Quito, Ecuador, existen ruinas de esta cultura, que construyó grandes piscinas de piedra para sus rituales, muy hermosas debo decir. Condujeron el agua por canales para llenar las piscinas, en especial en los solsticios y equinoccios. Nadie sabe para qué la usaban realmente, se sospecha que para ceremonias de limpieza… obvio. El agua es la forma que desde siempre hemos usado para limpiar nuestro cuerpo, pero muchas culturas la usan también para la limpieza del espíritu: Budistas, Hinduistas e Islamistas usan el agua para borrar sus pecados y limpiar su espíritu… para volver a estar puros como en cuando nacemos…. (agua... niñez?). Juan el Bautista sumergía en agua a los cristianos como signo de iniciación espiritual o nacimiento. Ahora 2.000 años después seguimos haciéndolo con nuestros hijos, aunque bastante más recatado y dentro de un edificio que llamamos iglesia. Las señoras se persinan al salir con agua bendita. Los Mapuches realizan rituales de Guilletún para invocar el agua que necesitan.
¿cabe alguna duda del efecto del agua en el hombre?
Signo de pureza, signo de limpieza, signo de sanación, de nacimiento y renacimiento. Agua: gracias por estar aquí.

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